En un hecho que ha conmocionado a la comunidad de Santa Bárbara, estado Zulia, una niña de tan solo tres años de edad fue víctima de maltrato físico a manos de su madre y su padrastro. La joven madre, identificada como Wanda Michell Morales Parra, de 22 años, y su pareja, Samuel David Morales Parra, de 24 años, fueron detenidos por las autoridades tras descubrirse las terribles agresiones que la pequeña había sufrido.
Un caso de abuso desgarrador
En la humilde vivienda de la familia, ubicada en la hacienda La Unión, la niña era sometida a golpes y maltratos tanto físicos como verbales. Los informes médicos revelaron la presencia de fuertes hematomas en su rostro y extremidades, evidencia clara de la violencia que sufría a diario.
Su padre, al percatarse de la situación, decidió actuar y llevar a su hija a la comandancia de la policía para denunciar el abuso.
Desgarradora confesión y consecuencias devastadoras
En un valiente testimonio grabado en video, la pequeña relató los abusos a los que era sometida, confesando las palizas que recibía en su rostro y piernas, e incluso mordeduras por parte de sus agresores.
Tras ser examinada en un centro médico, se descubrió que la niña sufría no solo de lesiones físicas, sino también de desnutrición severa. Impactamente, se descubrió una fractura en su pierna izquierda, resultado de la brutalidad a la que había sido expuesta.
Justicia y protección para los más vulnerables
Ante la gravedad de los hechos, las autoridades actuaron rápidamente y detuvieron a los responsables por trato cruel y lesiones contra la menor de edad. El caso fue remitido a la Fiscalía para su correspondiente proceso legal. Es en momentos como estos que debemos reflexionar sobre la importancia de proteger a los más vulnerables de nuestra sociedad y actuar con celeridad ante señales de abuso y maltrato infantil.
En esta dolorosa historia de violencia y dolor, debemos recordar que la niñez es una etapa crucial en la formación de un individuo y que cualquier forma de violencia hacia ellos deja secuelas profundas. Es responsabilidad de todos denunciar cualquier señal de maltrato y brindar apoyo a quienes lo necesiten. Solo así podremos construir una sociedad más justa y segura para nuestros niños. Hagamos de la protección de la infancia una prioridad en nuestras vidas.