La tensión en la región del Esequibo ha escalado significativamente tras el reciente despliegue de tropas venezolanas en la frontera compartida con Guyana. El vicepresidente guyanés, Bharrat Jagdeo, ha puesto en alerta a las autoridades locales para salvaguardar la integridad territorial y la soberanía de su nación. Esta acción se enmarca en la histórica disputa territorial entre ambos países, centrada en una región rica en recursos naturales.
Despliegue militar y respuesta de Guyana
Bharrat Jagdeo, vicepresidente de Guyana, confirmó que Venezuela ha desplegado tropas en la isla de Ankoko y en la zona de Punta Barima, áreas cercanas a la frontera común. Este despliegue, según Jagdeo, representa una toma forzosa por parte de Venezuela.
“Estamos muy atentos, observamos los acontecimientos, trabajamos con nuestros aliados en este sentido y nuestra principal ocupación es mantener nuestra integridad territorial y nuestra soberanía”, declaró Jagdeo en una conferencia de prensa.
En respuesta al despliegue militar venezolano, Guyana ha notificado a las agencias pertinentes y ha puesto en alerta a sus fuerzas de seguridad. El objetivo es proteger el territorio y disuadir cualquier acción que pudiera comprometer la soberanía guyanesa.
Jagdeo enfatizó que los movimientos de Venezuela son “inconsistentes con lo que acordamos, que es que queremos mantener esta región como una zona de paz”. Esta declaración subraya el compromiso de Guyana de evitar la militarización del conflicto y buscar una solución pacífica.
Evidencia y Reacciones Internacionales
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Estados Unidos, publicó imágenes satelitales a mediados de febrero que muestran la expansión de la base militar venezolana en Ankoko y Punta Barima.
Estas evidencias refuerzan las denuncias de Guyana sobre las intenciones de Venezuela de aumentar su presencia militar en la frontera.
A finales de enero, representantes de Guyana y Venezuela se reunieron para continuar el diálogo sobre la controversia territorial. Ambos países reafirmaron su compromiso con el Acuerdo de Ginebra de 1966, que establece los términos para resolver la disputa.
Además, los presidentes de ambas naciones se comprometieron a fortalecer las relaciones bilaterales independientemente de la disputa fronteriza.
Antecedentes de la Disputa
La disputa territorial por el Esequibo, un área de aproximadamente 160,000 kilómetros cuadrados, tiene raíces profundas y complejas. Venezuela reivindica el territorio basándose en el Acuerdo de Ginebra de 1966, mientras que Guyana se apoya en el laudo arbitral de 1899 y busca resolver el conflicto a través de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La situación alcanzó un nuevo nivel de tensión cuando Venezuela realizó un referendo unilateral el 3 de diciembre, aprobando la anexión del territorio en cuestión.
Venezuela sostiene que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el instrumento jurídico adecuado para resolver la disputa. Este acuerdo fue firmado para establecer un proceso de negociación y resolución pacífica entre las partes.
Sin embargo, la realización del referendo unilateral por parte de Venezuela ha sido vista por Guyana como una escalada de la situación y una violación de los términos acordados.
Por su parte, Guyana defiende la validez del laudo arbitral de 1899, que otorga el territorio del Esequibo a Guyana. El gobierno guyanés ha llevado el caso a la Corte Internacional de Justicia, buscando una resolución legal y definitiva al conflicto. Guyana también ha subrayado la importancia de mantener el diálogo y la cooperación bilateral, a pesar de las diferencias.
La acumulación de tropas y la alerta en Guyana reflejan la creciente tensión en la región del Esequibo. Sin embargo, ambos países han expresado su deseo de mantener la paz y continuar las negociaciones.
La comunidad internacional, incluidos aliados de ambas naciones, observa de cerca los acontecimientos, esperando que prevalezca la diplomacia sobre el conflicto militar.
La situación en el Esequibo es un recordatorio de la fragilidad de las relaciones internacionales y la importancia de la resolución pacífica de disputas territoriales.
Mientras Guyana permanece en alerta para defender su territorio, la esperanza es que el diálogo y la cooperación bilateral puedan conducir a una solución duradera y pacífica para ambas naciones.