La actividad minera ilegal en el sur de Venezuela ha mostrado un incremento significativo, particularmente por la llegada de mineros brasileños, conocidos como garimpeiros, tras una ofensiva gubernamental en Brasil. Recientes operativos militares y denuncias de organizaciones civiles destacan este fenómeno, señalando la creciente presencia de estos mineros en la región amazónica de Venezuela.
Operativos militares en Venezuela: Desmantelamiento de campamentos
A mediados de mayo, el ejército venezolano desmanteló un campamento minero en el municipio Alto Orinoco, estado Amazonas, atribuido a garimpeiros. El comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada de Venezuela (CEOFANB), Domingo Hernández Lares, informó a través de sus redes sociales sobre el hallazgo de plantas eléctricas, combustible, compresores y bombas de succión durante la Operación Neblina 2024.
Esta operación, iniciada en febrero, ha apuntado a la destrucción de la infraestructura minera ilegal operada por los garimpeiros, incluyendo campamentos y pistas de aterrizaje.
Denuncias de la sociedad civil: Informes de SOS Orinoco
Organizaciones como SOS Orinoco han destacado la incursión de maquinaria minera en el municipio de Río Negro, estado Amazonas. Según la organización, se ha adaptado una carretera rudimentaria de 63 kilómetros, patrocinada por un empresario brasileño, para facilitar el movimiento de equipos de minería entre Venezuela y Brasil.
Estas denuncias subrayan la persistente actividad minera ilegal en la región y la creciente influencia de mineros brasileños.
Impacto de la política brasileña: Efecto globo en la minería ilegal
El sur de Venezuela ha experimentado un aumento en la actividad minera ilegal debido a la política de mano dura implementada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva. Esta política ha reducido la presencia de garimpeiros en el territorio Yanomami en Brasil, obligando a muchos de ellos a desplazarse hacia Venezuela.
Al inicio de la ofensiva de Lula, alrededor de 20,000 mineros operaban en esta área protegida; un año después, esa cifra se redujo a 7,000, desplazando a muchos hacia el norte.
Retos y perspectivas: Influencia y financiación
Aunque la política de Lula ha disminuido la presencia de garimpeiros en Brasil, no ha eliminado la infraestructura financiera que sustenta la minería ilegal.
Cristina Burelli, fundadora de SOS Orinoco, explicó que los financistas continúan suministrando logística a los mineros, y el oro producido se transporta de regreso a Brasil para ser legalizado. Esta persistencia de la estructura económica sugiere que las operaciones mineras ilegales seguirán trasladándose a Venezuela.
Estrategia venezolana: Operativos y elecciones
El gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado los operativos contra la minería ilegal en un intento de mostrar una postura firme ante los crímenes ambientales en la Amazonía. Esta estrategia busca distanciar al gobierno de sus vínculos con la minería ilegal y mejorar su imagen de cara a las elecciones de 2024. Sin embargo, queda por ver si estos esfuerzos lograrán reducir la influencia de los garimpeiros en la región.
La minería ilegal en el sur de Venezuela ha crecido debido a la ofensiva brasileña contra los garimpeiros. A pesar de los esfuerzos militares y civiles para controlar esta actividad, la persistente estructura financiera y la influencia de estos mineros siguen siendo un desafío. La estrategia del gobierno venezolano frente a estos crímenes ambientales será crucial para determinar el futuro de la región y su impacto en las comunidades locales.