El proceso de canonización del beato José Gregorio Hernández, emblemático en la fe venezolana, podría alcanzar su culminación en el año 2025. Este acontecimiento representa un hito significativo para la Iglesia Católica y sus fieles, marcando el posible ascenso de una figura venerada a la categoría de santidad.
Avances en el proceso de canonización
El padre Barrachinni, vicario para la santidad en Venezuela, destacó los avances en el proceso de canonización de José Gregorio Hernández. Explicó que, si bien el procedimiento puede ser extenso y complejo, las gestiones realizadas indican un posible desenlace para el 2025. Además, señaló que la presentación de un milagro ante el Vaticano ha influido positivamente en el reconocimiento del caso por parte del pontífice.
El papa Francisco ha expresado su intención de proclamar “nuevos grandes santos” durante su pontificado, buscando figuras con una relevancia y aceptación social significativas. Este enfoque refleja la aspiración de la Iglesia por elevar a la santidad a personas cuya vida y legado inspiren a los creyentes en todo el mundo.
Confirmación de otros milagros
La confirmación del segundo milagro del beato Carlo Acutis por parte del Vaticano es un precedente relevante en este contexto. Este joven, considerado el primer santo millennial de la Iglesia, representa un ejemplo de cómo las acciones extraordinarias pueden conducir a la canonización, inspirando a las generaciones más jóvenes.
La posible santificación de José Gregorio Hernández tiene un significado profundo para la fe en Venezuela. Conocido como “el médico de los pobres”, su vida dedicada al servicio y la ayuda a los necesitados lo ha convertido en una figura venerada y un símbolo de esperanza para millones de personas en el país.
El proceso de canonización de José Gregorio Hernández es un testimonio de la fe y la devoción que inspira en los corazones de los creyentes. Su posible elevación a la santidad en 2025 marcará un hito importante en la historia religiosa de Venezuela y del mundo, reafirmando la importancia de la virtud y el servicio desinteresado como camino hacia la santificación.