A mediados de 2023, un hombre octogenario ingresó en la sala de urgencias de un hospital en Buenos Aires con un cuadro grave de psicosis infecciosa. “Deliraba; estaba tan descontrolado que tuvimos que administrarle un sedante para poder examinarlo”, relató Yinier Hinestroza, uno de los médicos que lo atendió, en una entrevista con SciDev.Net.
La culpable era una bacteria resistente, Klebsiella pneumoniae, alojada en su vejiga. A pesar de cinco días de tratamiento con antibióticos en casa, su condición no mejoraba y la fiebre comenzaba a hacer mella en su ya debilitado cuerpo, previamente afectado por el cáncer.
La supervivencia de las superbacterias
Un hemocultivo reveló la presencia de una cepa conocida como KPC, resistente a casi todos los antibióticos disponibles. “La llamamos superbacteria”, explicó Hinestroza.
Esta situación, exacerbada por el uso indiscriminado de antibióticos durante la pandemia de COVID-19, pone en relieve un problema global: el abuso de estos medicamentos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75% de los hospitalizados por COVID-19 recibieron antibióticos, aunque solo el 8% los necesitaba realmente.
El Impacto de la prescripción inapropiada
La OMS alertó sobre la prescripción indiscriminada de antibióticos de alto riesgo de generar resistencia, como la azitromicina y la ceftriaxona, que no son eficaces contra virus.
Este uso inapropiado no solo fue inútil, sino que en algunos casos, incrementó el riesgo de mortalidad. Patricia Cornejo Juárez, presidenta de la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica, subrayó la importancia de utilizar métodos diagnósticos antes de iniciar tratamientos con antibióticos.
Desafíos en el diagnóstico y la capacitación
La intervención efectiva con antibióticos en América Latina enfrenta numerosos desafíos. Una encuesta en 42 hospitales de la región reveló que el 51% de los trabajadores de salud carecen de acceso a pruebas para identificar infecciones resistentes.
Además, el 22% de los prescriptores admitió no haber recibido capacitación adecuada para seleccionar antibióticos basándose en resultados de cultivos.
La amenaza de la automedicación
La automedicación es otro reto significativo. Un estudio reciente mostró que entre el 14% y el 80% de la población en diversos países latinoamericanos se automedica con antibióticos.
En Perú, esta práctica alcanza el 80%, mientras que en Venezuela varía entre el 24% y el 47%, y en Brasil entre el 24,6% y el 53,8%. Sonia Urrutia, desde Santiago de Chile, es un ejemplo de las consecuencias de esta práctica. Tras más de una década sufriendo infecciones multirresistentes, su última hospitalización en enero de 2024 evidenció bacterias resistentes a toda una familia de antibióticos.
Uso de antibióticos en la ganadería
El sector pecuario también contribuye significativamente al problema, utilizando el 66% de los antibióticos globalmente, no solo para tratar infecciones sino también para promover el crecimiento del ganado.
Sin embargo, esta práctica está siendo desechada debido a su impacto negativo en la lucha contra la resistencia bacteriana.
Proliferación de bacterias resistentes
La utilización descontrolada de antibióticos en América Latina ha facilitado la resistencia bacteriana en al menos ocho especies diferentes. Alejandro Macías, infectólogo y catedrático de la Universidad de Guanajuato, destaca que aunque un escenario sin antibióticos efectivos es raro, la resistencia bacteriana ya es un problema cotidiano.
Pacientes con infecciones que no responden a tratamientos orales requieren opciones inyectables, elevando costos y efectos secundarios.
Un futuro alarmante
La resistencia bacteriana está cobrando vidas en la región. En 2019, al menos 569.000 muertes en América Latina estuvieron relacionadas con infecciones resistentes, según un estudio de la Universidad de Oxford. Los cinco países con mayor mortalidad fueron Haití, Bolivia, Guatemala, Guyana y Honduras. Sin intervención adecuada, este problema podría convertirse en la principal causa de muerte en el mundo, según una investigación publicada en Emerging Infectious Diseases.
La historia del paciente en Buenos Aires es un recordatorio de la urgencia de enfrentar este desafío. Tras 30 días de lucha en el hospital, sobrevivió, pero no todos tienen la misma suerte. La resistencia bacteriana es una crisis silenciosa que requiere acción inmediata y coordinada.