La peligrosa travesía por la selva del Darién se ha cobrado otra vida. Juan Carlos Monzant, un joven de 27 años oriundo de Sabaneta de Palmas en el municipio Miranda del estado Zulia, falleció a causa de un infarto mientras intentaba llegar a Estados Unidos en busca del sueño americano
Un sueño truncado
Juan Carlos Monzant había estado radicado en Chile durante cinco años. Como muchos migrantes venezolanos, decidió emprender el difícil camino hacia Norteamérica con la esperanza de encontrar una vida mejor.
Hace quince días, optó por atravesar la selva panameña del Darién, una de las rutas más peligrosas para los migrantes.
Un camino peligroso
La selva del Darién es conocida por sus condiciones extremas y los numerosos peligros que enfrentan quienes la cruzan. Juan Carlos, a pesar de su determinación, tenía problemas cardíacos desde la adolescencia.
La falta de tratamiento continuo y el esfuerzo físico requerido para superar los obstáculos de la selva resultaron ser fatales para él.
Desesperación familiar
La noticia de la muerte de Juan Carlos ha dejado a sus familiares en una profunda desesperación. Desde el sector El Parral de Sabaneta de Palmas, donde el joven creció y estudió hasta graduarse de bachiller, sus seres queridos han hecho un llamado urgente a las autoridades panameñas para que ayuden en la recuperación y repatriación del cuerpo.
Sus familiares han proporcionado números de contacto para aquellos que puedan colaborar en el proceso de repatriación. Noira Gutiérrez y Jordy Monzant están a disposición para recibir cualquier tipo de asistencia que permita traer de vuelta el cuerpo de Juan Carlos a su tierra natal.
Juan Carlos no viajaba solo. Lo acompañaba un amigo que conoció en Chile, quien fue la persona que informó a la familia sobre la trágica noticia. Este amigo relató las dificultades del trayecto y el esfuerzo que ambos hicieron para avanzar en la peligrosa selva, destacando la valentía y el deseo de Juan Carlos por alcanzar su meta.
La realidad vs el sueño de los migrantes
La historia de Juan Carlos Monzant es un reflejo de la difícil situación que enfrentan muchos migrantes venezolanos. En su búsqueda de una vida mejor, se enfrentan a peligros inimaginables y, en algunos casos, a la muerte.
La selva del Darién, aunque llena de riesgos, sigue siendo una ruta elegida por aquellos que buscan un futuro prometedor fuera de su país.
Un adiós doloroso
La comunidad de Sabaneta de Palmas llora la pérdida de Juan Carlos, recordándolo como un joven lleno de sueños y aspiraciones. Sus amigos y familiares esperan que su cuerpo pueda ser repatriado para darle un último adiós en su tierra natal, rodeado de aquellos que lo amaron y apoyaron en vida.
La muerte de Juan Carlos Monzant resalta la necesidad de mayores esfuerzos para proteger y asistir a los migrantes que se enfrentan a rutas tan peligrosas. Las autoridades y organizaciones internacionales deben trabajar en conjunto para ofrecer alternativas seguras y apoyo a quienes buscan mejorar su calidad de vida lejos de su país de origen.