En un trágico suceso que ha conmocionado a la comunidad de Charallave, estado Miranda, Yurkelys Dailyn Ponce Moya, de 31 años, fue asesinada por su pareja durante una acalorada discusión. El incidente tuvo lugar en el sector Colinas de la urbanización Ciudad Miranda. El presunto autor del crimen, Jean Gabriel Martínez Sánchez, fue detenido por las autoridades tras intentar esconderse en un templo evangélico.
El 20 de julio, en medio de la noche, una disputa entre la pareja escaló hasta terminar en violencia extrema. Según el relato de una vecina, las peleas entre ambos eran frecuentes, pero esa noche en particular, la situación se salió de control. Durante el altercado, Martínez Sánchez tomó un arma blanca y apuñaló a Ponce Moya, dejando su cuerpo en un terreno baldío cercano.
Huida y captura luego de asesinar a su pareja
Después de cometer el asesinato, el agresor intentó escapar de la escena para evitar ser linchado por los vecinos enfurecidos. Corrió hasta un templo evangélico cercano, donde se encontraban jóvenes practicando cantos para el culto.
Allí, Martínez Sánchez pidió protección a los presentes. Sin embargo, su escondite no duró mucho, ya que minutos después fue arrestado por una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
La víctima
Yurkelys Dailyn Ponce Moya era madre de cinco hijos de una relación anterior y desempeñaba un papel activo en su comunidad. Era vocera del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) en su calle y había vivido en el sector durante diez años. Su muerte ha dejado un profundo vacío entre sus familiares y amigos, quienes han clamado por justicia para que el crimen no quede impune.
La violencia de género sigue siendo un grave problema en muchas comunidades, y este trágico evento ha resaltado la urgencia de tomar medidas más contundentes para proteger a las mujeres. La muerte de Ponce Moya es un recordatorio doloroso de las consecuencias de la violencia doméstica y de la necesidad de intervención temprana y apoyo comunitario.
Reacciones y llamados a la acción
Familiares y vecinos de la víctima han expresado su indignación y dolor. Han pedido que se haga justicia y que el autor del crimen reciba un castigo ejemplar. Además, han destacado la necesidad de más recursos y apoyo para las víctimas de violencia doméstica, así como programas de concienciación y prevención en la comunidad.
El asesinato de Yurkelys Dailyn Ponce Moya a manos de su pareja ha dejado una marca indeleble en Charallave. Mientras las autoridades continúan con las investigaciones y el proceso judicial, la comunidad se une en su llamado por justicia y medidas que eviten futuras tragedias. Este caso subraya la importancia de combatir la violencia de género y de proteger a las víctimas, asegurando que ningún acto de violencia quede sin respuesta.