La tranquilidad de la noche en el sector La Ceiba, ubicado en la parroquia Las Brisas del Tuy, municipio Cristóbal Rojas, fue rota por un único y fulminante disparo. El estruendo resonó en las paredes de la modesta residencia de José Manuel Mejía Ojeda, un joven de 22 años que vestía el uniforme de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) con orgullo y determinación. Aquella noche del martes 13 de agosto, un proyectil le arrebató la vida al incrustarse en su frente, dejándolo sin vida en el lugar que él consideraba seguro: su hogar.
Los vecinos, sobresaltados por la detonación, pronto presenciaron una escena que jamás habrían imaginado. Dos figuras emergieron apresuradamente del interior de la vivienda, sombras que se desvanecían en la oscuridad. Entre ellas, una se distinguía por su juventud y, trágicamente, por su familiaridad. Royber Arteaga Ojeda, de apenas 18 años, hermano del oficial caído, era uno de esos dos hombres que huían del lugar del crimen.
Una traición inesperada del hermano del PNB
La comunidad quedó paralizada por la incredulidad. ¿Cómo podía ser posible que el asesino del joven funcionario fuese alguien de su propia sangre? Royber, conocido por su carácter reservado, no había dado señales de albergar un odio tan profundo que lo llevara a cometer tal atrocidad. La noticia del asesinato pronto se esparció como un incendio por las calles de Las Brisas del Tuy, alimentada por la mezcla de asombro y dolor que impregnaba el ambiente.
Mientras la familia Mejía Ojeda lidiaba con la devastadora realidad de haber perdido a uno de sus miembros a manos de otro, las autoridades policiales actuaban con rapidez. La búsqueda del responsable se intensificó, y no pasó mucho tiempo antes de que el rastro de Royber lo llevara a los confines del país, en un intento desesperado por escapar de las consecuencias de su acto.
El final de la huida
Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) capturaron a Royber Arteaga Ojeda en el Punto de Atención Ciudadano (PAC) de La Pedrera, en el estado Táchira, mientras intentaba abandonar Venezuela. Su plan de fuga, truncado por la rápida intervención de las fuerzas de seguridad, marcó el fin de su breve pero violenta escapatoria.
La captura de Royber, aunque ofrece una sensación de justicia, deja una estela de preguntas sin respuesta. ¿Qué motivó a este joven a arrebatar la vida de su propio hermano? ¿Fue un arrebato de ira, un conflicto sin resolver o algo más profundo que aún no ha salido a la luz?
Un pueblo en duelo por el homicidio del oficial de la PNB
El asesinato de José Manuel Mejía Ojeda no solo dejó a una familia devastada, sino también a una comunidad entera sumida en el dolor. En Las Brisas del Tuy, recordarán a José como un joven comprometido con su deber, a quien un ser querido le apagó la vida con la violencia más inesperada de todas.