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Educación superior en declive: caída del 60% en la matrícula universitaria

La matrícula estudiantil de la educación superior en Venezuela ha disminuido de manera alarmante en los últimos años. Carlos Meléndez, director del Observatorio de Universidades y profesor universitario, reveló que la cifra de estudiantes inscritos ha caído un 60% entre 2012 y 2024. Las causas detrás de esta situación, según Meléndez, van desde las dificultades económicas hasta la desmotivación de los jóvenes ante la falta de incentivos para optar por un título universitario. Esta realidad afecta tanto a estudiantes como a profesores y pone en evidencia las desigualdades entre universidades públicas y privadas.

Una caída alarmante en la educación superior

Carlos Meléndez advirtió que las universidades venezolanas enfrentan una disminución significativa en el número de estudiantes inscritos. Los rectores de las principales casas de estudio del país han informado que la matrícula ha caído en un 60% en los últimos 12 años. Esta situación está estrechamente ligada a la crisis económica que vive Venezuela, donde muchos jóvenes entre 17 y 24 años optan por trabajar en lugar de estudiar, ya que perciben mejores oportunidades laborales en oficios que no requieren estudios universitarios.

Esta tendencia refleja la desesperanza que invade a muchos jóvenes, quienes ven cómo el esfuerzo de obtener un título universitario no se traduce en una mejora significativa en sus ingresos o calidad de vida.

El peso económico sobre los estudiantes en la educación superior 

El contexto económico en Venezuela ha golpeado fuertemente a la población universitaria. Según Meléndez, 7 de cada 10 estudiantes deben trabajar para poder financiar sus estudios y cubrir sus necesidades básicas. Esta situación hace que muchos opten por abandonar las aulas antes de finalizar su formación académica. La presión de trabajar y estudiar al mismo tiempo, sumada a las limitaciones financieras, agrava la problemática y genera un alto índice de deserción.

La retribución económica de un profesional universitario en comparación con alguien que no ha cursado estudios superiores también desalienta a los jóvenes a seguir en las universidades. En muchos casos, los egresados universitarios no obtienen salarios acordes con su formación, lo que refuerza la idea de que el esfuerzo no vale la pena.

Infraestructuras desiguales entre universidades públicas y privadas

Otro de los problemas que señaló Meléndez es la gran diferencia en la calidad de las infraestructuras entre las universidades públicas y privadas del país. Mientras que el 90% de los estudiantes de instituciones privadas cuentan con servicios esenciales como baños funcionales, en las universidades públicas el panorama es mucho más desalentador. El 85% de los estudiantes de las universidades públicas carecen de acceso a servicios básicos en sus instalaciones, lo que afecta gravemente las condiciones de estudio.

Esta desigualdad en las condiciones físicas de las universidades refleja una situación de abandono por parte de las autoridades, que no han atendido adecuadamente las necesidades de las instituciones públicas, lo cual impacta en la calidad de la educación.

Impacto en el cuerpo docente y el llamado a las autoridades

La crisis universitaria no solo ha afectado a los estudiantes, sino también a los profesores. Meléndez señaló que entre 2018 y 2023, un 33% de los docentes admitió no tener acceso a una alimentación adecuada, comiendo menos de tres veces al día. Esta realidad evidencia las dificultades que atraviesa el personal académico, quienes, al igual que los estudiantes, sufren los efectos de la crisis económica.

Ante este panorama, Meléndez exhortó a las autoridades gubernamentales a tomar medidas urgentes para la recuperación del sistema universitario en Venezuela. La inversión en infraestructuras, la mejora de las condiciones laborales y salariales del cuerpo docente, así como incentivos para los estudiantes, son algunas de las acciones necesarias para revertir el declive de la educación superior en el país.