Una joven venezolana de 31 años perdió la vida mientras intentaba cruzar la selva del Darién, una de las rutas más peligrosas para los migrantes que buscan llegar a Norteamérica. La mujer, que viajaba con su esposo e hija, falleció pese a recibir asistencia médica de la Cruz Roja en Panamá. El Servicio Nacional de Migración de Panamá (SNM) informó que el estado de salud de la joven era crítico, con una anemia severa que le causó la muerte. Este trágico incidente vuelve a poner en evidencia el riesgo que enfrentan quienes se aventuran por esta mortal ruta migratoria.
Un peligroso viaje de la venezolana en busca de un mejor futuro
La travesía por la selva del Darién, ubicada en la frontera entre Colombia y Panamá, es conocida por ser una de las rutas más peligrosas y mortales que los migrantes, en su mayoría venezolanos, deben enfrentar en su camino hacia un mejor destino. La joven venezolana que falleció el pasado 27 de septiembre formaba parte de este grupo de migrantes que, desesperados por encontrar mejores oportunidades, se aventuran en la peligrosa selva con la esperanza de alcanzar tierras más seguras.
Acompañada por su esposo e hija, la mujer llegó a Panamá desde el pueblo colombiano Río Chiquito en una piragua, según informó el Servicio Nacional de Migración (SNM). Sin embargo, su estado de salud era tan delicado que ni la asistencia inmediata de las autoridades médicas de la Cruz Roja pudo salvarla.
Atención médica a venezolana fue insuficiente ante un cuadro crítico
Apenas la joven y su familia arribaron a suelo panameño, las autoridades la trasladaron al Centro Materno Infantil de Metetí, donde los médicos determinaron que su estado era crítico debido a una anemia avanzada y un cuadro de debilidad extrema. A pesar de los esfuerzos del personal de salud, la condición de la venezolana empeoró, lo que llevó a que fuera evacuada al Hospital de Chepo.
El reporte del SNM señala que a las 8:15 p.m. de ese mismo día, los paramédicos confirmaron el fallecimiento de la mujer, poniendo fin a una lucha contra su deteriorado estado de salud y a la dura travesía a través de la selva. Este desenlace trágico pone en evidencia las penurias y sacrificios que los migrantes enfrentan en su intento de alcanzar una vida mejor, muchas veces arriesgando su salud y, en algunos casos, sus vidas.
El Darién, una ruta mortal
El cruce por el Darién es descrito por organizaciones de derechos humanos y las autoridades panameñas como una “ruta mortal”, debido a los múltiples peligros que presenta. Desde animales salvajes, grupos armados ilegales, hasta las inclemencias del terreno, hacen de este trayecto una verdadera odisea. A pesar de las advertencias y del alto riesgo, miles de migrantes, principalmente de Venezuela, siguen utilizando esta ruta en su intento de llegar a países como Estados Unidos o Canadá.
El caso de la joven venezolana no es aislado. El Servicio Nacional de Migración de Panamá ha alertado en múltiples ocasiones sobre el aumento de muertes en la selva del Darién y ha hecho un llamado a la comunidad internacional para que se tomen medidas que garanticen rutas más seguras para los migrantes. Sin embargo, hasta la fecha, la peligrosa travesía continúa siendo la única opción para muchos que buscan huir de la crisis en sus países de origen.
Un llamado urgente a la comunidad internacional
El fallecimiento de esta joven venezolana ha generado conmoción tanto en su familia como en los organismos humanitarios que operan en la región. El Servicio Nacional de Migración panameño volvió a advertir sobre el peligro que representa el cruce por el Darién e hizo un llamado a la comunidad internacional para que se tomen acciones urgentes que protejan a los migrantes y eviten más muertes innecesarias.
Cada año, miles de personas arriesgan todo en su intento por cruzar esta frontera natural, enfrentando peligros físicos, hambre, enfermedades y violencia. El trágico destino de esta joven madre es un recordatorio doloroso de los desafíos extremos que los migrantes enfrentan y de la urgente necesidad de encontrar soluciones que garanticen su seguridad y dignidad durante su travesía.
La muerte de esta joven venezolana en su intento de cruzar el Darién subraya los peligros de esta ruta migratoria y la desesperación de quienes la atraviesan en busca de un futuro mejor. Las condiciones inhóspitas, la falta de atención médica adecuada y los múltiples riesgos convierten a esta selva en una trampa mortal para miles de personas. Ante esta situación, es fundamental que la comunidad internacional actúe de manera urgente para garantizar vías seguras para los migrantes y evitar tragedias como esta