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Desilusión en empleados públicos por el monto del primer mes de aguinaldos

El primer pago de aguinaldos en Venezuela ha generado un clima de desilusión entre los empleados públicos y jubilados. A pesar de las expectativas, los montos abonados han sido considerados insuficientes, lo que ha causado molestia en gran parte de la población trabajadora. El gobierno venezolano anunció este pago a través de su canal de Telegram, pero las reacciones en redes sociales reflejan un profundo malestar por la situación económica que enfrenta el país.

El anuncio oficial y las expectativas de los aguinaldos

El 10 de octubre, el gobierno venezolano informó el pago del primer mes de aguinaldos para trabajadores activos y jubilados del sector público. La medida, que fue divulgada a través de su canal en Telegram, incluyó la promesa de que este sería el primero de tres pagos fraccionados. Los siguientes depósitos están programados para el 25 de octubre y el 12 de noviembre, respectivamente. Sin embargo, la cantidad del primer pago ha dejado mucho que desear entre los empleados, quienes consideran que el monto es completamente insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.

La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros, Carmen Teresa Márquez, en una entrevista con Unión Radio, explicó que el aguinaldo mensual de los docentes ronda los 506 bolívares, equivalentes a unos 13 dólares. Este monto es una muestra clara de la crítica situación que viven los trabajadores, con ingresos que no alcanzan a cubrir ni siquiera lo más esencial en un país afectado por una inflación galopante.

La reacción de los empleados públicos al cobrar aguinaldos

Las redes sociales fueron el escenario principal donde los trabajadores del sector público, especialmente aquellos de salud y educación, expresaron su descontento. Muchos denunciaron que la cifra recibida en sus cuentas fue incluso menor a los 500 bolívares, lo que provocó una sensación de decepción y frustración.

“Yo soy jubilado de Corpoelec. El jueves me pagaron 200 bolívares del primer pago de mis aguinaldos. Es una burla y ellos millonarios”, comentó un trabajador en su cuenta de Twitter, reflejando el sentir de una gran parte de la población laboral.

Las críticas a los pagos fraccionados

Además de la baja cantidad, el hecho de que el pago de aguinaldos sea fraccionado ha sido un punto álgido en las quejas de los trabajadores. En las redes sociales, muchos usuarios señalaron que dividir el pago en tres partes no hace más que agravar la situación. Algunos consideraron esta decisión del gobierno como una forma de extender la miseria, en lugar de aliviar las dificultades económicas.

Una usuaria en X (Twitter) afirmó: “Son tan crueles con los empleados públicos y con el pueblo que, sabiendo que el pago por concepto de aguinaldos es una miseria y que además no alcanza para lo básico, los pagan fraccionados. Ellos nos odian y mucho”. Este tipo de comentarios reflejan el desencanto generalizado entre los empleados, quienes ven en estos pagos fraccionados un nuevo golpe a su calidad de vida.

La crítica a la realidad económica

Los trabajadores también han aprovechado la oportunidad para criticar las dificultades económicas más amplias que enfrenta el país. El aumento constante del dólar, los apagones y la falta de poder adquisitivo son parte del día a día de los venezolanos. Un usuario en redes sociales señaló: “La terca realidad nos dice que, aunque Maduro ‘decretó’ la Navidad, esta tarde ya van cinco bajones de electricidad, a los comercios se les siguen dañando los aparatos, el dólar va subiendo y el primer pago de aguinaldos a los docentes no alcanza ni para tres días de comida”.

En Venezuela, los empleados públicos han recibido con descontento el primer pago de aguinaldos, quienes consideran que la cantidad abonada no es suficiente para cubrir sus necesidades mínimas. El fraccionamiento de estos pagos ha generado aún más rechazo y ha aumentado la frustración en un país que enfrenta graves problemas económicos. Las reacciones reflejan el agotamiento de una población que lucha por sobrevivir en medio de una crisis prolongada.