Los gremios de trabajadores venezolanos, liderados por figuras clave como Marcela León, presidenta de la Central de Trabajadores Alianza Social Independiente (ASI Venezuela), y José Elías Torres, secretario general encargado de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), han exigido mejoras significativas en las condiciones salariales del país. Entre las demandas se encuentra la propuesta de un “salario de arranque” de 200 dólares mensuales, la salarización de bonos y la revisión de contratos colectivos, con el fin de aliviar la crisis que afecta el poder adquisitivo de millones de empleados.
La necesidad de un salario vital
Marcela León, en representación de ASI Venezuela, ha señalado que es urgente implementar un “salario vital” que considere factores clave como la Canasta Alimentaria, el Producto Interno Bruto (PIB) y el crecimiento económico del país. Esta propuesta se discute en la mesa de diálogo tripartito en la que participan representantes del gobierno, los empleadores y los trabajadores. León reconoce las dificultades que enfrenta el país, incluidas las sanciones internacionales, pero insiste en que el derecho constitucional a un salario digno debe ser una prioridad.
El principal objetivo de los gremios es lograr una mejora en el poder adquisitivo, empezando por la transformación de bonos como el de la “Guerra Económica” y el Cestaticket en salarios formales, lo que permitiría a los trabajadores disfrutar de beneficios progresivos en sus ingresos.
Propuesta de un “salario de arranque” de 200 dólares
Por su parte, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), a través de su secretario general encargado, José Elías Torres, ha propuesto establecer un salario inicial de 200 dólares mensuales. Esta cifra, según Torres, permitiría a los trabajadores enfrentar mejor la inflación y la crisis económica actual. Sin embargo, a pesar de que esta propuesta se presentó hace más de un año, el gobierno no ha dado una respuesta concreta, limitándose a mantener el salario mínimo en una cifra inferior a los 4 dólares, complementado por bonos que, aunque son un alivio temporal, no resuelven el problema de fondo.
Salarización de bonos y contratos colectivos
Una de las demandas más importantes de los gremios es la salarización de los bonos otorgados por el gobierno, como el de la “Guerra Económica”. Actualmente, estos bonos no tienen incidencia en los beneficios laborales, lo que afecta directamente a los trabajadores, ya que no cuentan para el cálculo de prestaciones sociales ni otros derechos adquiridos. Salarizar los bonos permitiría que los trabajadores vean un impacto positivo en su calidad de vida y que las remuneraciones sean más estables y seguras.
Asimismo, los gremios insisten en la necesidad de reactivar la discusión de los contratos colectivos, que han estado paralizados en muchos sectores. La presidenta de ASI Venezuela, Marcela León, ha señalado que esta es la vía más efectiva para recuperar el valor del salario y asegurar que los trabajadores reciban un ingreso digno y acorde a la situación económica del país.
Expectativas y desafíos
A pesar de las propuestas presentadas, los gremios aún enfrentan el desafío de obtener respuestas concretas por parte del gobierno. La población económicamente activa del país, que ronda los 3 millones de trabajadores en el sector público y 2,5 millones en el sector privado, se encuentra en una situación de vulnerabilidad, con ingresos insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.
La implementación de un salario de 200 dólares y la salarización de los bonos serían medidas esenciales para mejorar el poder adquisitivo, pero la falta de respuesta por parte de las autoridades ha generado incertidumbre entre los trabajadores. Las organizaciones laborales siguen luchando para que se respeten sus derechos y se materialicen las mejoras solicitadas, en medio de un panorama económico complicado y en constante cambio.
En conclusión, los gremios venezolanos han hecho un llamado urgente para mejorar las condiciones salariales de los trabajadores, planteando propuestas claras y concretas. La salarización de los bonos, la reactivación de los contratos colectivos y la implementación de un salario inicial de 200 dólares son algunas de las medidas que consideran vitales para recuperar el valor del trabajo en Venezuela.