En un acto de agresión que ha generado indignación, soldados de la Guardia Nacional de Texas dispararon balas de goma y gas pimienta contra un grupo de migrantes venezolanos que intentaban cruzar el Río Bravo, desde Piedras Negras, Coahuila, hacia Eagle Pass, Texas. Entre los afectados, se encontraban familias con niños en brazos, lo que ha levantado preocupación sobre el uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades estadounidenses en la frontera.
La tensión en la frontera con migrantes venezolanos
El incidente ocurrió cuando varias familias venezolanas buscaban cruzar el Río Bravo, en un desesperado intento por ingresar a territorio estadounidense. El periodista John Ritchie, quien documentó los hechos, relató que soldados de la Guardia Nacional de Texas atacaron a los migrantes con balas de goma y gas pimienta mientras intentaban frenar su paso hacia Eagle Pass.
Las imágenes capturadas muestran el momento en que dispararon a las familias venezolanas, que ya habían cruzado el río, sin tener en cuenta la presencia de menores de edad, quienes también resultaron afectados por la agresión.
Consecuencias de la violencia
Uno de los hechos más preocupantes es que un niño resultó seriamente afectado por el gas pimienta utilizado por las autoridades. El menor tuvo que ser trasladado a un hospital cercano para recibir atención médica, lo que refleja las graves consecuencias que puede tener el uso de este tipo de métodos contra personas vulnerables, especialmente niños.
Organizaciones de derechos humanos y activistas pro-migrantes han criticado las acciones de la Guardia Nacional de Texas, denunciando el uso excesivo de la fuerza contra personas que huyen de situaciones extremas en sus países de origen. En este caso, se trata de migrantes venezolanos que buscan escapar de la crisis social y económica que afecta a su nación.
Testimonio del periodista
John Ritchie, periodista de “Impacto Visión” y testigo de los hechos, fue el primero en denunciar la agresión. A través de sus redes sociales, compartió videos que muestran el ataque directo contra las familias venezolanas. Ritchie destacó que, a pesar de la presencia de niños pequeños, los soldados no dudaron en usar métodos violentos para impedir su paso.
La cobertura de este incidente ha revelado una realidad alarmante sobre cómo las políticas de control fronterizo pueden, en algunos casos, traducirse en actos de violencia contra migrantes, muchos de los cuales son familias que intentan encontrar una vida mejor fuera de sus países.
Reacciones ante el incidente contra los migrantes venezolanos
Este episodio ha intensificado el debate sobre la gestión de la migración en la frontera sur de Estados Unidos, especialmente en Texas, donde las medidas de seguridad se han endurecido en los últimos meses. Organizaciones de derechos humanos han exigido explicaciones y responsabilidades, argumentando que los migrantes, incluidos los niños, no deberían ser tratados de manera violenta al intentar ingresar al país.
El uso de balas de goma y gas pimienta en este contexto ha reavivado las críticas sobre el trato que se les da a los migrantes en su travesía hacia Estados Unidos, mientras crece la presión sobre las autoridades para adoptar medidas más humanas y menos agresivas en el control de la frontera.
Texas National Guard shoots pepper balls at migrants trying to cross over into the United States of America. Maybe it is better to try AFTER the election season. pic.twitter.com/mc9v6Xrg8B
— SynCronus (@syncronus) October 18, 2024