Según un informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), un venezolano necesitó 106,3 dólares para cubrir sus necesidades alimentarias en septiembre. Aunque esta cifra representa una ligera disminución en comparación con el mes anterior, la realidad sigue siendo alarmante, ya que el salario mínimo actual cubre solo una pequeña fracción del costo de la canasta alimentaria para una familia de cinco personas, que asciende a más de 530 dólares mensuales.
El costo de la canasta alimentaria en cifras
El informe de Cendas-FVM revela que, en septiembre, una familia venezolana de cinco miembros necesitó 531,57 dólares para adquirir los productos básicos de la canasta alimentaria. Esto equivale a un promedio de 17,7 dólares diarios para adquirir los 60 productos que la componen, lo que evidencia el gran desajuste entre los ingresos y los precios de los alimentos en el país.
El salario mínimo en Venezuela se mantiene en 130 bolívares, lo que equivale a 3,3 dólares mensuales, complementado con un bono de alimentación de 40 dólares y un “bono de guerra económica” de 90 dólares, sumando un total de 133,3 dólares. Sin embargo, estos bonos no impactan en los beneficios laborales y no son suficientes para cubrir ni siquiera el costo alimentario de una sola persona, mucho menos el de una familia.
Aumento de precios en productos esenciales
Aunque la inflación de septiembre fue moderada en comparación con otros meses, con un incremento del 0,8 %, ciertos productos experimentaron aumentos significativos en sus precios. El sector de las carnes y sus preparados fue el que más se encareció, con un incremento del 3,46 %, seguido por las grasas y aceites (2,49 %) y los tubérculos y raíces (1,94 %).
Estos incrementos reflejan las dificultades que enfrenta la población venezolana para acceder a productos básicos de alimentación, agravadas por un poder adquisitivo cada vez más reducido y salarios que no se ajustan al aumento constante de los precios.
Inflación y sectores más afectados
El Banco Central de Venezuela (BCV) reportó que, durante los primeros nueve meses del año, la inflación acumulada fue del 12,1 %, afectando no solo al sector alimentario, sino también a áreas como la educación y la salud. El sector educativo fue el más golpeado, con un aumento del 4,9 % en septiembre, seguido por el rubro de bebidas alcohólicas y tabaco, que subió un 1,5 %.
Sectores como salud, restaurantes y hoteles también registraron alzas del 1,4 %, lo que demuestra que el incremento de precios impacta de manera generalizada todos los aspectos de la vida cotidiana en el país.
La realidad tras la salida de la hiperinflación en la canasta alimentaria
Venezuela logró salir de la hiperinflación en diciembre de 2021, luego de cuatro años consecutivos de inestabilidad económica severa que devaluó el bolívar y obligó a los ciudadanos a recurrir al uso del dólar de forma no oficial para proteger sus ingresos. No obstante, aunque la hiperinflación quedó atrás, la inflación persiste y sigue afectando el acceso a bienes básicos como los alimentos.
El uso del dólar como moneda de referencia ha ayudado a estabilizar algunos precios, pero no ha solucionado el problema de fondo: los ingresos de la mayoría de los venezolanos siguen siendo insuficientes para cubrir sus necesidades alimentarias y otras necesidades esenciales.