El Consejo Legislativo del Estado Aragua (Cleba) aprobó recientemente la liquidación anticipada de dos empresas estatales clave para la movilidad de la región: TransAragua y la Proveeduría Socialista del Transporte Aragüeño Jacinto Peña, S.A. Estas empresas, creadas con la intención de mejorar el transporte público y garantizar repuestos a transportistas, no lograron cumplir sus objetivos. Los ciudadanos ahora enfrentan una mayor crisis de movilidad, mientras el gobierno avanza con la creación de una nueva entidad destinada a eventos.
El declive de TransAragua
TransAragua, una empresa pública que surgió con grandes promesas de mejorar el transporte en el estado Aragua, comenzó con una flota moderna que brindaba soluciones de movilidad para los habitantes de la región. Inicialmente, los usuarios vieron un alivio a la constante escasez de autobuses y rutas deficientes. Sin embargo, con el paso de los años, la falta de mantenimiento y renovación de las unidades fue deteriorando el servicio.
José Suárez, residente de Maracay, recuerda cómo en sus primeros años, TransAragua ofrecía un servicio confiable. “Al principio fue una maravilla, pero con el tiempo se volvió un caos. Ya no había suficientes buses, y cuando pasaban, lo hacían tarde o con desperfectos”, comenta, describiendo cómo el colapso de la empresa afectó a los ciudadanos que dependían del transporte público.
La Proveeduría Socialista: una promesa fallida
Junto a TransAragua, la Proveeduría Socialista del Transporte Aragüeño Jacinto Peña, S.A. también fue disuelta en la misma sesión del Cleba. Esta institución tenía el objetivo de proporcionar repuestos y servicios a precios accesibles para los transportistas locales. No obstante, al igual que TransAragua, su gestión resultó ineficaz, dejando a los transportistas sin el apoyo necesario.
Un conductor, que prefirió mantenerse en el anonimato, compartió su frustración: “Prometieron ayudarnos con repuestos, pero terminamos buscando piezas a precios exagerados en el mercado negro. La Proveeduría nunca funcionó como debería”. La falta de transparencia y la insuficiencia de insumos fueron factores clave en su colapso, sumiendo al sector transporte en una crisis aún más profunda.
El impacto para los usuarios la liquidación de TransAragua
La liquidación de estas dos empresas ha dejado a los habitantes de Aragua sin alternativas de transporte público fiables. Para muchos, como María López, una usuaria habitual del transporte, la disolución de TransAragua representa una traición a las promesas hechas por el gobierno. “¿Cómo es posible que liquiden empresas que, aunque fallaron, estaban destinadas a solucionar el problema del transporte? Ahora nos dejan sin nada y se enfocan en crear una corporación de eventos”, expresó indignada.
Este sentimiento de frustración es compartido por numerosos aragüeños que dependen de un sistema de transporte que ha colapsado. Las largas esperas y la falta de autobuses confiables afectan la calidad de vida de los ciudadanos, que ven con preocupación la falta de soluciones reales.
Nueva empresa, ¿nuevas prioridades?
En medio de la liquidación de TransAragua y la Proveeduría Socialista, el gobierno aprobó la creación de una nueva empresa: Corporación de Eventos Aragua, S.A. Esta decisión ha generado críticas, ya que, en lugar de enfocarse en resolver los problemas de transporte, parece que las autoridades están priorizando la organización de eventos.
Para muchos ciudadanos, la creación de esta nueva entidad es una muestra de la desconexión entre las necesidades reales de la población y las prioridades del gobierno. María López, como tantos otros, expresa su indignación ante lo que considera una distracción: “En lugar de solucionar el transporte, el gobierno prefiere enfocarse en fiestas y eventos, ignorando la realidad diaria de quienes usamos el transporte público”.
La liquidación de TransAragua y la Proveeduría Socialista del Transporte ha dejado a los habitantes de Aragua sin soluciones efectivas para la movilidad. Mientras tanto, la creación de una nueva corporación dedicada a eventos ha generado controversia, ya que muchos consideran que las prioridades del gobierno no responden a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Ante esta situación, el futuro del transporte público en Aragua sigue siendo incierto, y los aragüeños tendrán que esperar para ver si se implementarán medidas concretas para mejorar su situación.