El Gobierno de Venezuela ha manifestado su rechazo categórico ante la decisión de Brasil de vetar su entrada al grupo BRICS, bloque que reúne a las economías emergentes más importantes del mundo. Caracas considera este veto como un “gesto hostil” y una acción contraria a los principios de inclusión que defiende la organización. A pesar de contar con el apoyo de varios países del grupo, el veto brasileño ha bloqueado temporalmente las aspiraciones de Venezuela de unirse al BRICS.
Un veto que reaviva tensiones diplomáticas entre Venezuela y Brasil
La negativa de Brasil para permitir el ingreso de Venezuela a los BRICS ha generado un nuevo foco de tensión entre ambos países. Según el comunicado emitido por la Cancillería venezolana, esta decisión constituye una “agresión” que sigue el mismo patrón de sanciones y exclusión promovidas por potencias occidentales, como una manera de aislar al gobierno de Nicolás Maduro en el escenario internacional.
El apoyo de los países del BRICS no fue suficiente
A pesar de los esfuerzos diplomáticos del gobierno venezolano, que aseguraba contar con el respaldo de varios miembros de los BRICS, el veto impuesto por Brasil se mantuvo. “Durante años, Venezuela ha solicitado formalmente su inclusión en este grupo económico, y consideraron la reciente cumbre celebrada en Rusia como una oportunidad para formalizar este proceso.”
El comunicado de la Cancillería venezolana resalta que esta negativa contradice los principios fundacionales de los BRICS, que promueven la cooperación y el diálogo entre las economías emergentes. La exclusión de Venezuela, por tanto, es percibida como una medida que no refleja los valores de integración y solidaridad que defiende el bloque.
La respuesta de Venezuela: firmeza frente a la adversidad
Venezuela no tardó en reaccionar ante esta situación. En su comunicado oficial, el gobierno de Nicolás Maduro se comprometió a no ceder frente a lo que consideran una “maniobra” para detener el desarrollo del país. Según el texto, las “artimañas” utilizadas para bloquear a Venezuela no lograrán frenar su curso en la historia ni su compromiso con los principios de soberanía y autodeterminación.
El gobierno venezolano reiteró su postura de seguir buscando alternativas para integrarse en bloques multilaterales que promuevan un orden mundial más justo, alejado de las políticas de sanciones y exclusión impulsadas por Occidente.
Un escenario complejo para las relaciones bilaterales
Este nuevo desencuentro entre Venezuela y Brasil añade otro capítulo de tensión en una relación bilateral que ha tenido altos y bajos en los últimos años. Durante la gestión de Bolsonaro, los vínculos diplomáticos entre ambos países estuvieron prácticamente congelados, y aunque la llegada de Lula al poder generó expectativas de un cambio, la decisión de mantener el veto a Venezuela refleja que los desacuerdos persisten.
La negativa de Brasil a permitir el ingreso de Venezuela a los BRICS no solo afecta las aspiraciones del país caribeño, sino que también pone de manifiesto las diferencias de enfoque entre los dos gobiernos respecto al papel de Venezuela en la región y en el escenario internacional.
El veto de Brasil a la entrada de Venezuela a los BRICS ha sido calificado por el gobierno venezolano como un acto de hostilidad y exclusión. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de Caracas y el respaldo de varios países del bloque, las diferencias políticas entre ambos gobiernos han impedido la integración de Venezuela en este grupo de economías emergentes. Este incidente refuerza las tensiones diplomáticas entre Venezuela y Brasil, que continúan en medio de un panorama político internacional cada vez más complejo.