En 2023, Colombia registró un significativo aumento en el número de estudiantes venezolanos en su sistema educativo. Más de 600 mil alumnos migrantes fueron matriculados, de acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional, una cifra que ha planteado diversos desafíos para la capacidad de cobertura y calidad de la educación en el país. Con un incremento del 6,6 % en la matrícula escolar de venezolanos en 2023 y un 3,5 % adicional hasta julio de 2024, la adaptación de recursos y estrategias educativas es ahora más urgente.
Distribución geográfica y concentración de estudiantes
El informe del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Pontificia Universidad Javeriana muestra que el 34 % de los estudiantes venezolanos se concentran en la región centro-oriente, que incluye Bogotá y los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander y Norte de Santander.
La región caribe alberga otro 32 % de los estudiantes, mientras que el Eje Cafetero y Antioquia suman un 16 % del total. Estas cifras indican que la migración venezolana ha impactado a diversas zonas, lo que obliga a redoblar esfuerzos en regiones con alta concentración de población migrante.
Matriculación por tipo de institución y ubicación de los estudiantes
La gran mayoría de los estudiantes venezolanos, el 87 %, está matriculada en instituciones públicas, mientras que el 6 % asiste a instituciones privadas y el 7 % en modalidad contratada. En términos de ubicación, el 79 % de los estudiantes están en áreas urbanas, y el 21 % en zonas rurales.
Esta distribución ha generado una sobrecarga en el sistema educativo público, que requiere adaptarse para atender las necesidades específicas de esta población en todos los contextos.
Niveles educativos: predominio en primaria y desafíos en educación inicial
El estudio muestra que el 57 % de los estudiantes venezolanos están inscritos en educación primaria, mientras que el 25 % cursa secundaria.
En transición se encuentran el 10 %, mientras que el 7 % asiste a la educación media. El acceso a la educación inicial ha presentado dificultades, con una caída en la matrícula en prejardín y jardín, lo que plantea la necesidad de fomentar la inclusión desde las etapas tempranas de la vida escolar.
Regularización y reducción de la matrícula irregular
Un avance positivo es la disminución de estudiantes en situación irregular. Según el LEE, el 62 % de los estudiantes venezolanos registrados hasta julio de 2024 ya cuentan con documentos válidos, permitiendo su regularización en el Sistema Integrado de Matrículas (SIMAT).
Sin embargo, el informe destaca la importancia de acelerar estos procesos de regularización para ofrecer mayor estabilidad a los estudiantes y asegurar su permanencia en el sistema educativo colombiano.
Iniciativas para fortalecer la inclusión y enfrentar la xenofobia
Ante el desafío de la xenofobia, el LEE sugiere programas de nivelación, permanencia y habilidades socioemocionales que permitan a los estudiantes migrantes integrarse mejor y enfrentar prejuicios. El informe resalta también la necesidad de formar a los docentes en prácticas inclusivas y difundir información sobre el Estatuto Temporal de Protección, permitiendo el acceso a derechos básicos y la continuidad educativa.
La integración de los estudiantes venezolanos en el sistema educativo colombiano representa un reto, pero también una oportunidad para construir un entorno escolar inclusivo y preparado para la diversidad cultural.