La construcción de un puente por parte de las fuerzas armadas venezolanas en la isla de Ankoko ha intensificado las tensiones entre Venezuela y Guyana, dos países que mantienen una disputa territorial histórica sobre la región del Esequibo. Este acto ha generado una protesta formal por parte del gobierno guyanés, que considera la obra una violación de su soberanía y del acuerdo alcanzado previamente para resolver el conflicto de manera pacífica.
Un puente que une y divide a Guyana y Venezuela
El puente construido por Venezuela conecta su territorio continental con una base militar ubicada en la isla de Ankoko, una región fluvial compartida y habitada principalmente por mineros y personal militar. Según el gobierno de Guyana, esta infraestructura se extiende hacia el lado oriental de la isla, que consideran bajo su soberanía. El ministro de Relaciones Exteriores de Guyana, Hugh Todd, expresó su condena al proyecto, señalando que representa una clara transgresión de los límites fronterizos establecidos.
Un conflicto con raíces históricas
La disputa por el Esequibo tiene sus orígenes en el siglo XIX, cuando una comisión internacional delimitó la frontera entre Venezuela y la entonces colonia británica de Guyana. Venezuela sostiene que el fallo fue injusto y que perdió legítimamente una región rica en recursos naturales, incluyendo petróleo. Desde la independencia de Guyana en 1966, el Esequibo ha sido administrado por este país, pero las tensiones nunca han desaparecido.
El año pasado, el presidente Nicolás Maduro intensificó la controversia al sugerir la anexión de la región mediante un referéndum, lo que provocó una respuesta inmediata de la comunidad internacional y una cumbre de emergencia en la isla de San Vicente. En ese encuentro, ambos países acordaron buscar una solución pacífica al conflicto y evitar acciones unilaterales que agravaran la situación.
La reacción de Guyana y el derecho internacional
La reciente construcción del puente en Ankoko ha sido interpretada por Guyana como una violación directa del acuerdo de San Vicente. En un comunicado oficial, el ministro Todd subrayó que estas actividades militares y de infraestructura no solo infringen la soberanía guyanesa, sino también el derecho internacional. Exigió que Venezuela retire todo el personal, las instalaciones y los equipos de la zona en disputa.
La postura de Guyana ha sido respaldada por varios actores internacionales, quienes han instado a ambas naciones a mantener la calma y retomar el diálogo. Sin embargo, la construcción del puente pone en duda la voluntad de Venezuela de cumplir con los compromisos asumidos en el pasado.
La construcción del puente en la isla de Ankoko es un nuevo episodio en la larga disputa territorial entre Venezuela y Guyana. Este hecho no solo reaviva las tensiones históricas, sino que también pone en jaque los acuerdos alcanzados para resolver el conflicto de manera pacífica. En un contexto de creciente interés internacional por los recursos del Esequibo, la diplomacia será clave para evitar una escalada que afecte la estabilidad regional.