En un giro histórico dentro del prolongado conflicto territorial entre Venezuela y Guyana, el presidente Nicolás Maduro anunció que en 2025 se llevará a cabo la elección del primer gobernador de la Guayana Esequiba. Este territorio, de aproximadamente 160.000 kilómetros cuadrados, es objeto de una disputa que se remonta a más de un siglo y que ha generado tensiones entre ambos países.
Durante un acto con representantes civiles y militares, Maduro aseguró que los venezolanos participarán en las elecciones regionales para designar a las autoridades de las 24 entidades federales, incluyendo la del llamado “estado de la Guayana Esequiba”. Esta decisión se produce tras el referendo de diciembre de 2023, donde la ciudadanía expresó su respaldo a la anexión del territorio, intensificando el reclamo soberano de Caracas.
La disputa por el Esequibo: pondrán gobernador de la Guayana Esequiba
El diferendo territorial entre Venezuela y Guyana tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando un laudo arbitral de 1899 otorgó el territorio en disputa a la entonces colonia británica de Guyana.
Venezuela rechazó esta decisión, alegando irregularidades en el proceso y reafirmando su soberanía sobre el área mediante el Acuerdo de Ginebra de 1966, que estableció un marco para la resolución del conflicto.
En las últimas décadas, el tema ha resurgido con mayor intensidad debido a descubrimientos de recursos naturales en la región, incluyendo petróleo y minerales valiosos.
Esto ha llevado a ambos países a reforzar sus posiciones, mientras Guyana administra el territorio y Venezuela mantiene su reclamo ante organismos internacionales.
Elecciones en territorio extranjera poniendo gobernador de la Guayana Esequiba
El anuncio de Maduro sobre la elección de un gobernador para la Guayana Esequiba ha generado debates en diversos sectores.
Aunque el territorio está actualmente bajo la administración de Georgetown, el mandatario venezolano sostiene que este acto electoral representa un paso firme hacia la consolidación del reclamo soberano.
Durante su discurso, Maduro destacó la importancia de este proceso como un símbolo de autodeterminación y unidad nacional.
Sin embargo, expertos en derecho internacional han señalado los desafíos legales y diplomáticos que esto podría implicar, ya que Guyana ha llevado el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para que se reconozca su soberanía sobre el territorio.
El respaldo del referendo de 2023
El anuncio de las elecciones se enmarca en el contexto del referendo realizado en diciembre de 2023, en el que los venezolanos fueron consultados sobre la anexión del Esequibo.
Según los resultados oficiales, una abrumadora mayoría respaldó la postura del gobierno, lo que Maduro ha interpretado como un mandato popular para avanzar en el reclamo territorial.
En este plebiscito, se plantearon cinco preguntas relacionadas con la defensa de la soberanía venezolana, la explotación de recursos naturales y la adopción de medidas diplomáticas y legales para consolidar la presencia de Caracas en el territorio.
Aunque el referendo fue celebrado como un ejercicio democrático por el gobierno, recibió críticas de sectores opositores y de la comunidad internacional, quienes cuestionaron su legitimidad y sus posibles implicaciones para la estabilidad regional.
Implicaciones para la región y la comunidad internacional
El anuncio de elecciones en la Guayana Esequiba podría intensificar las tensiones entre Venezuela y Guyana, especialmente en un momento en que ambos países buscan apoyo internacional para sus respectivas posiciones.
Guyana, por su parte, ha reforzado sus alianzas con potencias globales como Estados Unidos, mientras Venezuela continúa buscando respaldo en organismos multilaterales y países aliados.
Además, este movimiento político podría influir en las negociaciones en curso ante la CIJ, donde se discute la validez del laudo arbitral de 1899.
La decisión de convocar elecciones para un gobernador en la Guayana Esequiba representa un hito significativo en el conflicto territorial entre Venezuela y Guyana.
Aunque esta medida refuerza el reclamo soberano de Caracas, también plantea desafíos en el ámbito internacional y regional.
Asimismo, resulta crucial que la comunidad internacional promueva un ambiente de negociación justa, en el que se respeten los principios del derecho internacional y se busque una solución pacífica.
Solo a través de un enfoque equilibrado y constructivo será posible garantizar la estabilidad en la región y el respeto mutuo entre ambas naciones.
