José Alejandro Espinoza Álvarez, alias El Gordo, había tejido su historial delictivo en las calles de Caracas durante años. Conocido por su participación en robos a mano armada, hurtos de vehículos y un pasado tras las rejas por homicidio. Su nombre era temido en los bajos fondos de la ciudad. Sin embargo, su reinado criminal llegó a su fin tras una intervención legal en el sector El Cementerio.
Un rastro de crímenes y la búsqueda implacable
Las autoridades llevaban tiempo tras su pista. Espinoza Álvarez presentaba dos solicitudes activas ante los Juzgados 13° y 29° por robo agravado, agavillamiento y lesiones personales. Además, su historial incluía múltiples delitos perpetrados con violencia, entre ellos, un robo ocurrido en la avenida Bogotá, sector Los Sin Techos, donde junto a otros dos cómplices despojó a dos jóvenes de sus pertenencias de valor.
La investigación liderada por la División de Investigaciones de Robo permitió seguir sus movimientos hasta la calle Los Mangos, en el sector El Cementerio. Allí, alias El Gordo creyó que podía huir una vez más, pero esta vez las autoridades no le dieron oportunidad.
El desenlace en una calle de Caracas
Cuando los funcionarios cercaron la zona, Espinoza Álvarez, fiel a su reputación, desenfundó un arma de fuego y abrió fuego contra los uniformados, iniciando un enfrentamiento que terminó con su neutralización. Gravemente herido, fue trasladado al Hospital Periférico de Coche, donde falleció poco después de su ingreso.
El caso sigue abierto: uno de los cómplices sigue prófugo
La operación contra esta peligrosa banda criminal ya había dado resultados previos. Días antes, en Puente Baloa, parroquia Petare, había sido detenido uno de sus cómplices, identificado como Heber Martínez, de 36 años. En su poder, las autoridades recuperaron 5.000 dólares en efectivo, propiedad de las víctimas, y un teléfono móvil. Sin embargo, el tercer miembro de la banda, Oswaldo Regalado, de 33 años, continúa prófugo y es activamente buscado por los cuerpos de seguridad.
La Fiscalía del Ministerio Público lleva el caso, mientras la policía sigue tras la pista del último integrante de la banda.
