El Tren de Aragua sigue operando en Perú a pesar de las afirmaciones de las autoridades de ese país sobre su desarticulación. La banda continúa con sus actividades delictivas, incluyendo extorsión, sicariato, trata de personas y narcotráfico, desafiando abiertamente a la Policía Nacional del Perú (PNP).
El crimen organizado persiste en Lima
Según un informe de Infobae del 11 de febrero de 2025, la organización sigue presente en distintas zonas de Lima Metropolitana. Un informante anónimo, con vínculos en el mundo delictivo, afirmó al noticiero Ocurre Ahora de ATV que el Tren de Aragua sigue cobrando extorsiones y operando en diversas “plazas” de la ciudad.
Además, en redes sociales han circulado videos donde presuntos miembros de la banda desafían a las fuerzas de seguridad peruanas. En uno de los mensajes dirigidos a la PNP, un sujeto armado expresa: “Aquí estamos, oye”, dejando en claro que la organización sigue activa y dispuesta a enfrentar a las autoridades.
Contradicciones en el discurso oficial
Estas revelaciones contrastan con las declaraciones del general Aldo Ávila Novoa, jefe de la Dirección Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la PNP, quien recientemente aseguró que el Tren de Aragua estaba “totalmente desarticulado” en Perú y que todos sus líderes habían caído.
Policía Nacional de Perú reitera que el Tren de Aragua está “totalmente desarticulado” en el país
Sin embargo, la evidencia en redes sociales y los testimonios de fuentes cercanas al mundo del crimen demuestran que la organización sigue operando y controlando diversos sectores en la capital peruana.
Una amenaza latente en Perú
El Tren de Aragua ha demostrado ser una organización criminal altamente adaptable. A pesar de los golpes que ha recibido por parte de las fuerzas del orden, sigue expandiendo su red delictiva y manteniendo el control de actividades ilegales.
Las autoridades peruanas enfrentan un desafío significativo para erradicar completamente la presencia del Tren de Aragua, ya que la organización continúa reagrupándose y encontrando nuevas formas de operar. Mientras tanto, la población sigue expuesta a sus crímenes, generando preocupación y alarma en el país.
