El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo una conversación bilateral con Donald Trump este lunes, en lo que fue el primer contacto entre ambos mandatarios desde que el republicano asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos.
Durante la videoconferencia, calificada como “amistosa”, Lula pidió revisar las sanciones impuestas por Washington a productos y autoridades brasileñas. Según la nota difundida por la Presidencia de Brasil, el intercambio duró unos 30 minutos y permitió retomar un canal de diálogo que había estado interrumpido desde 2020.
Lula y Trump conversaron sobre sanciones y acuerdos económicos
De acuerdo con el comunicado oficial, Lula solicitó a Trump la retirada de los aranceles del 40% aplicados a productos brasileños, así como la suspensión de medidas restrictivas impuestas a funcionarios de su país.
El presidente brasileño aludió a las sanciones políticas adoptadas como represalia por el juicio contra el exmandatario Jair Bolsonaro, condenado por delitos vinculados a un intento de golpe de Estado. Lula destacó además que Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil desde hace más de 15 años, por lo que consideró necesario equilibrar las condiciones del intercambio bilateral.
Durante la conversación, el líder brasileño propuso una reunión presencial con Trump en el marco de la cumbre de la ASEAN, que se celebrará el 26 de octubre en Kuala Lumpur, Malasia. También lo invitó a participar en la COP30, programada para noviembre en la ciudad amazónica de Belém.
Compromiso de continuidad en el diálogo diplomático
Lula estuvo acompañado en la reunión por el vicepresidente y ministro de Comercio e Industria, Geraldo Alckmin, el canciller Mauro Vieira y el ministro de Hacienda, Fernando Haddad. Los tres serán responsables de mantener la coordinación diplomática con el equipo estadounidense.
Por su parte, Trump designó al secretario de Estado, Marco Rubio, como enlace principal para continuar las negociaciones y revisar los acuerdos económicos.
La Presidencia de Brasil subrayó que ambos líderes “recordaron la buena química” de su encuentro anterior en Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU. Además, intercambiaron números telefónicos para establecer una línea directa de comunicación, símbolo del tono cordial que caracterizó la conversación bilateral entre Lula y Trump.