El argentino Brian Castaño perdió su título mundial, cedió su invicto profesional y quedó en la puerta de hacer historia en el Dignity Health Sports Park de Carson de California. Jermell Charlo lo noqueó en el décimo round: logró derribarlo dos veces y el juez decidió detener el combate para transformar al norteamericano en el campeón unificado de la categoría superwelter.
El boxeador local, que expuso sus cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB), se apropió también de la corona de Organización Mundial de Boxeo (OMB) que ostentaba el argentino. De este modo, se erigió como campeón absoluto de la divisional y emuló algo que previamente sólo habían hecho en diversas categorías Saúl Canelo Álvarez, Bernard Hopkins, Jermain Taylor, Josh Taylor, Terence Crawford y Oleksandr Usyk.
El clima marcaba la interesante velada con varias banderas argentinas en las tribunas y un detalle: el cinturón de Brian lo entró su hermano Alan, también boxeador; y los de Jermell los portó su gemelo Jermall, campeón del mundo del peso mediano.