Un testimonio escalofriante ha revelado detalles perturbadores sobre una masacre ocurrida recientemente. El testigo relató cómo escuchó golpes, quejidos y gritos de “No, no, no”, seguidos de otro golpe. Dos horas después, los asesinos salieron del baño con bolsas manchadas de sangre, que posteriormente cargaron en un automóvil. Otra bolsa, que contenía pies y manos, fue transportada en una maleta de un repartidor a domicilio.
Las bolsas fueron abandonadas en contenedores de basura en las localidades de Suba y Engativá. Hasta ahora, siete personas han sido detenidas por esta masacre, incluido uno de los líderes del Tren de Aragua en Colombia conocido como alias “el Mayeya”.
El testimonio de un testigo ha proporcionado una visión espeluznante de los eventos que llevaron a esta masacre. Según el relato, los golpes y los gritos de las víctimas eran audibles, generando un ambiente de terror y angustia. Los asesinos estuvieron dentro del baño durante dos horas, y al salir llevaban bolsas que evidenciaban rastros de sangre.
El testigo detalló que en una maleta de un repartidor a domicilio se transportaban bolsas que contenían los pies y las manos de las víctimas. Estas partes del cuerpo, debido a su menor peso, se llevaron de esta manera. A pesar de estar amenazado y no poder intervenir, el testigo pudo observar que las bolsas goteaban sangre, confirmando así la presencia de restos humanos.
Después de perpetrar la masacre, los asesinos abandonaron las bolsas en contenedores de basura ubicados en las localidades de Suba y Engativá. Estos actos atroces y la manera en que se deshicieron de los restos revelan un grado de crueldad y falta de humanidad impactantes.
Hasta el momento, siete personas han sido detenidas en relación con esta masacre, entre ellas, alias “el Mayeya”, uno de los líderes del Tren de Aragua en Colombia. El arresto de estos individuos es un paso importante para la justicia y para garantizar que no queden impunes.
La descripción detallada de la masacre y los horribles actos cometidos por los perpetradores dejan en shock a quienes escuchan este testimonio. La violencia y la brutalidad exhibidas en este crimen son inaceptables y deben ser castigadas adecuadamente.
La detención de los responsables, incluido uno de los líderes del Tren de Aragua, es un avance en el camino hacia la justicia. Sin embargo, esta masacre es un recordatorio escalofriante de la existencia de la violencia y la maldad en nuestra sociedad, lo que subraya la importancia de seguir luchando contra la impunidad y trabajar para crear un entorno más seguro y humano.
