Un drama social que viven los adultos mayores en Venezuela se encuentran en una situación desesperada, con una pensión de apenas 130 bolívares al mes, han tenido que buscar alternativas para poder cubrir sus necesidades básicas.
La economía informal se ha convertido en una de las pocas opciones para estos ancianos, quienes luchan cada día por sobrevivir, donde la situación de los adultos mayores en Venezuela es alarmante además la pensión que reciben es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas, por lo que muchos han tenido que recurrir a la economía informal para poder sobrevivir. José Hernández, por ejemplo, se ha convertido en un vendedor de chucherías para poder cubrir los costos de sus alimentos y medicamentos. A pesar de esto, su ingreso diario es apenas suficiente para reponer la mercancía y llevar algo a casa. Israel Ramírez, por su parte, trabaja en la economía informal pero aún así no le alcanza para cubrir sus gastos.
La lucha de los adultos mayores en Venezuela por sobrevivir es una realidad que se vive en las calles del país. La economía informal se ha convertido en una de las pocas opciones para estos ancianos, quienes se ven obligados a trabajar en condiciones precarias para poder cubrir sus necesidades básicas. A pesar de esto, muchos no logran generar ingresos suficientes para cubrir sus gastos. La situación es desesperada y requiere de la atención del gobierno y de la sociedad en general.
La situación de los adultos mayores en Venezuela es un reflejo de la crisis económica que atraviesa el país. La falta de políticas públicas adecuadas ha llevado a que estos ancianos tengan que buscar alternativas para sobrevivir. La economía informal se ha convertido en una de las pocas opciones, pero no es suficiente para garantizar su bienestar. Es necesario que el gobierno y la sociedad en general tomen medidas para proteger a esta población vulnerable.
La lucha de los adultos mayores en Venezuela por sobrevivir es una realidad que no puede ser ignorada. La economía informal se ha convertido en una de las pocas opciones para estos ancianos, pero no es suficiente para garantizar su bienestar. Es necesario que el gobierno y la sociedad en general tomen medidas para proteger a esta población vulnerable y asegurar que puedan vivir con dignidad.