La comunidad de Parque Aragua, en el estado Aragua, se ha enfrentado a una larga espera de 14 años por la prometida perforación de un pozo de agua potable. A pesar de los intentos y la reciente reactivación de trabajos por parte de la alcaldía, los vecinos continúan sin ver resultados tangibles, generando una creciente frustración en una comunidad que anhela una solución a su añejo problema.
Una Promesa que Persiste en el Tiempo El clamor de los residentes en Parque Aragua ha resonado durante más de una década. En el último intento por resolver esta carencia crucial, la alcaldía inició en julio la perforación del pozo de agua potable. Sin embargo, tras más de mes y medio de trabajos, la situación se vio interrumpida bajo la justificación de una falta de fondos, dejando a la comunidad en la misma situación que lleva más de una década aguardando por una solución básica.
Frustraciones y Decepciones Persisten Lilian Da Silva, una de las voces representativas de la comunidad, expresó la consternación de todos los vecinos ante esta realidad. La paralización de los trabajos en repetidas ocasiones, aparentemente por problemas financieros, ha agudizado la frustración de una comunidad que ansiaba contar con el vital recurso para estas fechas. La espera se ha prolongado, y el desencanto crece entre los habitantes, quienes reclaman una pronta respuesta a sus necesidades básicas.
Una Larga Historia de Necesidades Ignoradas El flagelo de la falta de agua potable ha marcado la cotidianidad de Parque Aragua durante más de una década. En el año 2014, se albergó la esperanza con un proyecto destinado a mejorar la calidad de vida de aproximadamente 1,200 familias distribuidas en 21 edificios, así como también a la comunidad estudiantil del liceo Carlos Manuel Arrieta. Sin embargo, los resultados palpables continúan siendo esquivos.
Un Llamado a la Acción En un intento por encontrar soluciones, los vecinos instan al alcalde chavista, Rafael Morales, a involucrarse directamente en la problemática. El deseo de conversar y colaborar para alcanzar el bienestar colectivo es el motor detrás de esta petición. La comunidad clama por ser escuchada y por la concreción de acciones que transformen su realidad cotidiana.
La persistente espera de Parque Aragua por un pozo de agua potable no solo refleja una necesidad básica incumplida, sino que evidencia una falta de compromiso y acción por parte de las autoridades pertinentes. Es imperativo que los líderes municipales, como el alcalde Morales, se acerquen a la comunidad, escuchen sus reclamos y actúen con prontitud y eficacia. La transparencia en la gestión de recursos y el compromiso real con las necesidades de la población son esenciales para transformar esta realidad de espera constante en una solución definitiva y sostenible.