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Maestranza César Girón, un patrimonio único en Venezuela

El 20 de enero de 1933 marcó el inicio de una era en Maracay con la apertura de la Plaza de Toros, la majestuosa Maestranza César Girón. Desde entonces, este icono arquitectónico ha sido testigo de la tauromaquia, eventos musicales y circenses, siendo las décadas del 70, 80 y 90 la cúspide de su majestuosidad.

Sin embargo, el tiempo y el uso no regulado llevaron a su deterioro, convirtiéndola en un recinto solo para la añoranza. A sus 91 años, esta joya arquitectónica vive una fase de renacimiento, siendo la obra de restauración más importante de Venezuela en la actualidad.

Historia Tauromáquica: Plaza de Toros de Maracay, Un Legado de Emociones:

La Maestranza César Girón se erigió como un ícono cultural desde su apertura en 1933, siendo testigo de corridas de toros de media casta con célebres matadores. La estructura, inspirada en la plaza de Sevilla, albergó no solo eventos taurinos, sino también conciertos y espectáculos, alcanzando su apogeo en las décadas posteriores.

De Monumento Histórico a Deterioro: Los Desafíos del Tiempo y el Uso Irregular:

A pesar de su importancia, la Maestranza César Girón sufrió el impacto del tiempo, uso irregular y la resistencia a la tauromaquia. Declarada Monumento Histórico Nacional en 1994, su deterioro se agravó, convirtiéndose en un espacio nostálgico. La identidad aragüeña estaba ligada a la añoranza de su esplendor pasado.

Renacimiento en Curso: La Maestranza César Girón Bajo Remodelación Integral:

Hoy, la Maestranza César Girón experimenta una fase de renacimiento, sometiéndose a una remodelación integral. Ingenieros y el personal de la Alcaldía de Girardot se embarcan en la tarea de restaurar esta obra arquitectónica, respetando su estilo original y revitalizando su esencia.

El Desafío Multidisciplinario: Restauración como Ciencia y Arte:

Mauricio León, ingeniero residente en el proyecto, comparte la complejidad de las labores de restauración. El equipo técnico se enfrenta a un desafío multidisciplinario, abordando exhaustivas investigaciones para preservar la autenticidad de la Maestranza. El levantamiento histórico involucra a familiares del general Gómez y del arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

Desmontaje y Recuperación: 700 Toneladas de Gradas Retiradas:

En 1956, las mezquitas norte y sur fueron remodeladas, afectando la estructura original con 700 toneladas de concreto. Durante la restauración, el desmontaje de estas gradas representa un reto para el equipo técnico. La estructura original resiste, y el proceso de recuperación se intensifica.

Reparación Arquitectónica: De Arcos Ojivales a Triglifos, Rescatando la Belleza Original:

La restauración abarca la reparación de arcos ojivales, arcos de medio punto, cornisas y otros elementos arquitectónicos. Las mejoras incluyen la incorporación de pasamanos y rejas de resguardo, respetando el diseño original de Villanueva. Un cuidadoso equilibrio entre preservar y adecuar.

Mezquitas en Proceso: Creación de un Museo y el Túnel del Tiempo:

Las mezquitas principal y norte avanzan en su recuperación. El proyecto incluye la creación de un museo y el “túnel del tiempo”, exhibiendo capas pictóricas y elementos históricos. El desarrollo de un espacio que honra el pasado y presenta una lectura cronológica de la edificación.

Avance Interno del 60%: Rumbo a la Restauración Integral:

Con un avance del 60% en la parte interna, la Maestranza César Girón se encamina hacia la restauración integral. La recuperación de graderías y la mejora de condiciones estructurales son parte esencial del proceso. La fase dos, abordando la parte externa, se vislumbra en el horizonte.

La restauración de la Maestranza César Girón, más que un proyecto arquitectónico, es un acto de preservación de la identidad aragüeña. A medida que esta joya centenaria resurge, se redefine su significado en la contemporaneidad.

El compromiso del equipo técnico, la superación de desafíos históricos y la atención meticulosa a los detalles han llevado a un renacimiento que trasciende lo arquitectónico.

La Maestranza, en su camino hacia el resurgimiento, se presenta como un faro cultural que ilumina el pasado, honra el presente y abre puertas al futuro.