En un hecho devastador, un niño de tan solo cuatro años perdió la vida de manera instantánea, mientras que otro de 11 años resultó gravemente herido al recibir una descarga eléctrica proveniente de una guaya de los vientos, la cual estaba conectada al poste alrededor del cual se encontraban jugando en el sector Campo Piñita de Mauroa, en el estado Falcón. Este lamentable suceso ha conmocionado a la comunidad y ha dejado un profundo dolor en los familiares y amigos de los involucrados.
Muerte repentina y herida grave
En medio de un juego inocente, la fatalidad se hizo presente y cobró la vida de Gregorio José Díaz Graterol, un niño de apenas cuatro años, cuya corta existencia llegó a su fin de manera abrupta. Por otro lado, Adalberto José Loyo Piña, de 11 años, resultó gravemente herido tras recibir una descarga eléctrica de 220 voltios.
Ambos pequeños, residentes del sector Campo Piñita, fueron trasladados de inmediato al centro asistencial local, siendo Loyo Piña derivado posteriormente al Hospital General del Sur en Maracaibo, estado Zulia, en busca de atención médica especializada para tratar sus heridas.
Conmoción en la comunidad
La noticia de este trágico incidente ha generado un profundo sentimiento de consternación y tristeza en la comunidad de Mauroa, particularmente en el sector Campo Piñita, donde los niños eran conocidos y queridos.
La pérdida de un ser tan joven y la lesión grave de otro han dejado huellas imborrables en el corazón de quienes los conocían, y han puesto de manifiesto la importancia de la prevención y el cuidado en entornos con potenciales peligros eléctricos.
Lecciones que no deben ser ignoradas
Ante este lamentable suceso, es fundamental reflexionar sobre la importancia de la seguridad y la prevención en espacios donde la electricidad representa un riesgo latente, especialmente para los más vulnerables, como son los niños.
La supervisión constante, la identificación de posibles peligros y la educación en materia de seguridad eléctrica se vuelven imprescindibles para evitar tragedias como la ocurrida en Mauroa.
En memoria de Gregorio José Díaz Graterol y en apoyo a la pronta recuperación de Adalberto José Loyo Piña, es crucial que como sociedad tomemos conciencia de la importancia de la seguridad eléctrica en todo momento. Es necesario reforzar las medidas de prevención en espacios públicos y privados, así como promover una cultura de cuidado y responsabilidad en el uso de la electricidad.
Solo a través de la concienciación y la acción colectiva podremos evitar que tragedias como la vivida en Mauroa se repitan en el futuro. Hagamos de la seguridad eléctrica una prioridad en nuestras vidas, en especial cuando se trata de proteger a nuestros niños, quienes son el futuro de nuestra sociedad.
