Venezuela parece haber dejado atrás el sombrío panorama de la hiperinflación, pero los desafíos económicos persisten. Así lo afirmó el economista Giorgio Cunto durante el foro “Perspectivas Económicas: Retos y Oportunidades para la Economía Venezolana”, llevado a cabo en el marco del XXVIII Congreso de Actualidad Económica de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). A pesar de las señales positivas, el especialista advierte que los problemas estructurales aún limitan un crecimiento sostenible y consolidado.
Desafíos inflacionarios en Venezuela bajo la lupa
Cunto aseguró que, en el corto plazo, Venezuela no corre el riesgo de regresar a una etapa hiperinflacionaria. Sin embargo, enfatizó que las dificultades de fondo, como la baja credibilidad del banco central y la débil confianza en el bolívar, permanecen sin resolver. Según el experto, esto podría generar vulnerabilidades en el mediano y largo plazo.
El economista destacó que la estrategia gubernamental de anclar el tipo de cambio oficial mediante la inyección de divisas al mercado presenta “fisuras considerables”. Esta política, aunque ha contribuido a controlar la inflación en términos relativos, no garantiza estabilidad económica sostenida.
El papel de los servicios en el crecimiento
En cuanto al crecimiento económico, Cunto resaltó que los sectores con mayor dinamismo en los últimos años pertenecen al área de servicios. Este avance, aunque positivo, no ha logrado tener un impacto profundo en la economía venezolana. “Se trata de un crecimiento limitado, sin capacidad de arrastre suficiente para estimular otros sectores productivos o fomentar un desarrollo sostenido”, puntualizó.
El economista describió un panorama fragmentado en el que coexisten zonas con cierto dinamismo económico y regiones que permanecen estancadas. Esta disparidad evidencia la falta de políticas integrales que impulsen una recuperación más inclusiva.
Problemas estructurales y reputación económica de Venezuela
Otro aspecto destacado durante el foro fue la reputación del bolívar como moneda nacional. La desconfianza generalizada, tanto a nivel local como internacional, ha llevado a una creciente dolarización informal en el país. Esta tendencia, según Cunto, dificulta el fortalecimiento de las bases económicas y limita la capacidad del Gobierno para aplicar políticas monetarias efectivas.
La sostenibilidad de las medidas actuales también está en duda. La dependencia de las inyecciones de divisas y el control del tipo de cambio, sin una mejora en la productividad o en los fundamentos económicos, puede ser insostenible a largo plazo, advirtió el economista.
Perspectivas y posibles soluciones
Finalmente, Giorgio Cunto subrayó la importancia de adoptar políticas más amplias y estructurales que permitan superar los desafíos económicos. Esto incluye restaurar la confianza en las instituciones financieras y promover la diversificación de la economía, con énfasis en sectores con mayor capacidad de arrastre.
Aunque el riesgo de hiperinflación parece lejano, el economista advirtió que la estabilidad actual es frágil y depende de medidas inmediatas para consolidar un crecimiento más equilibrado y sostenible. La reconstrucción económica de Venezuela, añadió, será un camino largo que requerirá reformas significativas y la recuperación de la credibilidad nacional e internacional.