Los cortes eléctricos en el estado Aragua han escalado en las últimas semanas, afectando profundamente la vida cotidiana de sus habitantes. Lo que inicialmente eran interrupciones de tres horas bajo el llamado “Programa de Administración de Cargas” ahora se extienden hasta ocho horas al día, divididas en dos bloques de cuatro horas. Esta situación ha desbordado la paciencia de muchos ciudadanos y puesto en jaque tanto a hogares como a negocios.
Impacto en la vida diaria en Aragua
La falta de electricidad ha trastocado todos los aspectos de la rutina diaria. Clínicas, pequeños comercios y viviendas han tenido que recurrir a plantas eléctricas para intentar mantener una semblanza de normalidad. Sin embargo, no todos cuentan con los recursos para adquirir estos equipos, dejando a una gran parte de la población a merced de la inestabilidad del servicio.
“Es imposible planificar nada. El apagón llega cuando menos lo esperas, y no hay un cronograma claro para prepararnos”, expresó Marisol Gómez, dueña de una panadería en Maracay.
Las fallas eléctricas no solo han generado incomodidades, sino que también representan un peligro. Las fluctuaciones frecuentes en el suministro han causado daños irreparables en electrodomésticos y provocado incendios por cortocircuitos en varias viviendas.
Escasez de gas agrava la situación de los habitantes de Aragua
La falta de suministro de gas doméstico ha obligado a muchos aragüeños a utilizar cocinas eléctricas, lo que incrementa aún más la demanda de energía en una red ya colapsada. Este círculo vicioso complica aún más el panorama, haciendo que el racionamiento se extienda a niveles nunca antes vistos.
Los habitantes señalan que el uso de cocinas eléctricas, que parecía una solución temporal, ahora se ha convertido en un problema más, pues los cortes de luz prolongados les impiden incluso preparar alimentos básicos.
Denuncias sin respuesta
Las redes sociales se han convertido en el canal principal para expresar el descontento. Sin embargo, los ciudadanos aseguran que Corpoelec, la corporación responsable del suministro eléctrico, no ofrece respuestas claras ni establece un cronograma transparente para los racionamientos.
Luis Pérez, residente de Turmero, comentó con frustración: “No podemos seguir viviendo con esta incertidumbre. No solo se nos dañan los electrodomésticos, ahora ni siquiera podemos cocinar”.
Un llamado urgente a las autoridades
Los aragüeños exigen soluciones inmediatas y contundentes. Entre las peticiones destacan la creación de un cronograma público y detallado de racionamiento, así como la inversión en infraestructura eléctrica para evitar que estas fallas se conviertan en una norma.
Mientras tanto, la población sigue enfrentando días de oscuridad y desesperación, intentando adaptarse a una crisis que parece no tener fin.