La migración masiva de venezolanos ha transformado la realidad social y económica de América Latina. Desde 2019, más de 4,5 millones de migrantes y refugiados provenientes de Venezuela han logrado regularizar su situación migratoria en la región, con 1,3 millones solo en 2024. Este logro es resultado de esfuerzos conjuntos entre gobiernos, organizaciones internacionales y la comunidad global, marcando un paso importante hacia la estabilización e integración de estas personas en sus países de acogida.
Un avance significativo en la regularización migratoria de venezolanos
La Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) anunció que cerca de cinco millones de venezolanos han regularizado su situación migratoria en América Latina y el Caribe. Este proceso, que cobró mayor impulso en 2024, refleja el compromiso de los gobiernos regionales por brindar apoyo a los desplazados y fomentar su inclusión.
Las medidas adoptadas, como la emisión de permisos de residencia temporal, han permitido que millones de personas accedan a servicios básicos, empleo y estabilidad legal. Este avance no solo beneficia a los migrantes, sino que también fortalece a las comunidades receptoras, promoviendo una convivencia armónica.
El papel de la comunidad internacional
Para sostener esta iniciativa, R4V presentó su Plan Regional de Respuesta 2025-2026, que busca recaudar 1.400 millones de dólares en su primer año. Este fondo se destinará a proyectos de asistencia humanitaria, integración socioeconómica y estabilización.
El compromiso de organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha sido crucial para articular esfuerzos. Estas instituciones trabajan en conjunto con gobiernos y ONG para garantizar que los refugiados y migrantes reciban apoyo integral, incluyendo documentación, acceso a salud y oportunidades laborales.
Obstáculos persistentes en el camino a la integración de los venezolanos
A pesar de los avances, los desafíos son evidentes. Según R4V, el 82% de los venezolanos en la región trabaja en la economía informal, mientras que el 53% enfrenta barreras para acceder a atención médica. Además, un tercio de los migrantes permanece en situación irregular, lo que limita su capacidad de integrarse plenamente.
Estas dificultades se agravan por la inestabilidad económica y social en algunos países de acogida, donde la falta de oportunidades y servicios básicos afecta tanto a los migrantes como a las comunidades locales.
Hacia una integración inclusiva y sostenible
Para superar estos retos, R4V aboga por iniciativas que promuevan la estabilidad socioeconómica de los migrantes. Estas acciones incluyen la validación de competencias profesionales, la incorporación al mercado laboral formal y el acceso a servicios bancarios.
Eduardo Stein, representante de Acnur y la OIM, destaca que la integración no solo beneficia a los refugiados, sino que también fortalece el tejido social y la economía de los países receptores. “Crear oportunidades para los migrantes genera un impacto positivo en toda la sociedad”, señaló.
La regularización de casi cinco millones de migrantes venezolanos en América Latina es un logro notable, pero el camino hacia su plena integración aún presenta grandes retos. Los esfuerzos coordinados entre gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil son fundamentales para garantizar que estas personas encuentren estabilidad y contribuyan al desarrollo de sus comunidades de acogida. Este proceso no solo redefine la realidad de los migrantes, sino que también abre oportunidades para construir una región más inclusiva y resiliente.