Luis Gilberto Murillo, ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, expresó su opinión sobre la posible representación de su país en la toma de posesión de Nicolás Maduro el próximo 10 de enero. Aunque dejó claro que aún no se ha tomado una decisión oficial, manifestó su preferencia personal por no asistir al evento. En sus declaraciones, destacó el respeto por la soberanía venezolana y la necesidad de mantener una relación constructiva, pese a las complejidades políticas.
Una decisión pendiente de resolución de enviado a posesión de Maduro
El canciller Murillo señaló que el gobierno colombiano, liderado por Gustavo Petro, sigue evaluando la posibilidad de enviar al embajador Milton Rengifo Hernández al acto de posesión de Nicolás Maduro. Aclaró que, de concretarse esta medida, no sería un reconocimiento directo de los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral venezolano, sino un gesto diplomático orientado a preservar los vínculos entre ambos países.
«La decisión de enviar al embajador colombiano a la toma de posesión de Maduro no implicaría, bajo ninguna circunstancia, un reconocimiento de los resultados electorales», aseguró Murillo.
Preferencia personal del canciller sobre posesión de Maduro
En la entrevista con la revista Cambio, Murillo fue enfático al expresar su postura personal: “Mi preferencia como canciller es que Colombia no asista”. No obstante, destacó la importancia de considerar las implicaciones sociales, económicas y culturales derivadas de la relación bilateral.
El canciller subrayó que Colombia y Venezuela comparten una frontera dinámica y profundamente conectada en diversos aspectos, lo que requiere un enfoque pragmático y equilibrado en cualquier decisión que afecte sus relaciones diplomáticas.
Relaciones más allá de la política
Murillo enfatizó que la relación entre Colombia y Venezuela trasciende cualquier coyuntura política. Recordó las graves consecuencias económicas y sociales que ocasionaron los cierres fronterizos en el pasado, destacando que la prioridad del gobierno colombiano sigue siendo el bienestar de las comunidades en las zonas limítrofes.
“Nuestra prioridad seguirá siendo proteger y promover los intereses y el bienestar de nuestra gente. Estas relaciones son esenciales para garantizar el bienestar de nuestra población fronteriza”, añadió.
La postura de respeto a la soberanía
El canciller reafirmó el compromiso de Colombia con el respeto a la soberanía de Venezuela. Subrayó que cualquier decisión diplomática deberá considerar principios fundamentales, como la necesidad de mantener abiertos los canales de comunicación y cooperación entre ambos países.
Aunque Murillo dejó claro que no se ha tomado una determinación oficial sobre la asistencia a la toma de posesión, sus declaraciones reflejan la complejidad de equilibrar el respeto por los procesos internos de Venezuela con los intereses nacionales de Colombia.
Las palabras del canciller Luis Gilberto Murillo resaltan la tensión entre las prioridades diplomáticas y las consideraciones personales en la relación entre Colombia y Venezuela. Mientras el gobierno de Gustavo Petro sopesa los factores en juego, la postura de Murillo pone en evidencia la importancia de tomar decisiones que garanticen el bienestar de las comunidades fronterizas, sin comprometer los valores fundamentales de la política exterior colombiana.