Comerciante se quitó la vida por prestamistas “gota a gota”/ La historia de Cecilia Coromoto Castillo Duarte, una comerciante de 39 años, ha conmovido a todo el estado Táchira. El pasado 15 de mayo fue hallada sin vida en el interior de su local comercial en San Juan de Colón, municipio Ayacucho. La causa: no pudo soportar más la presión de una red de prestamistas informales conocidos como “gota a gota”.
El caso fue revelado por el director del Cicpc, Douglas Rico, durante su programa “Cicpc Al Día”, donde explicó cómo operaba la red de extorsión que llevó a la comerciante al suicidio.
La trampa del “gota a gota”
Cecilia vendía huevos en un local de la carrera 10. Ante dificultades económicas, acudió a un préstamo con un hombre identificado como José Arturo Guerrero Silva, de 55 años. Aunque el dinero lo recibió en bolívares, debía pagarlo en dólares, una práctica habitual en los préstamos “gota a gota”.
Cuando no logró cumplir con los pagos, comenzaron las amenazas. Guerrero Silva, junto a dos cómplices llamados Sabino y Alexander —actualmente prófugos—, ingresaban armados al negocio para intimidarla. Según Rico, la presionaban constantemente y amenazaban también a su familia.
Una carta reveló todo
Agobiada por el miedo y sin salida financiera, Cecilia tomó la trágica decisión de quitarse la vida. Antes de hacerlo, escribió una carta explicando los motivos de su suicidio. El documento permitió a las autoridades identificar a los responsables del acoso y abrir una investigación formal.
El Cicpc logró detener a José Arturo Guerrero Silva, mientras continúan tras la pista de sus dos cómplices.
Comerciante se quitó la vida por prestamistas “gota a gota”: Impacto social en la comunidad
El suicidio por gota a gota en Táchira no es un caso aislado. En varias regiones del país, comerciantes han denunciado prácticas similares, donde pequeñas deudas se convierten en redes de extorsión con consecuencias fatales.
La comunidad de San Juan de Colón lamenta profundamente la pérdida de Cecilia Castillo y exige justicia. El caso ha despertado preocupación sobre la expansión silenciosa de estos prestamistas y la falta de regulación efectiva.