Un joven empleado venezolano murió apuñalado cuando hacía entrega de unas hamburguesas en la residencia de un psicópata.
Las primeras investigaciones policiales revelaron que el sospechoso, luego de apuñalarlo, tomó el pedido y subió nuevamente a su departamento a comer tranquilamente.
Minutos después, cuando los carabineros llegaron para detenerlo, reconoció el crimen y no opuso resistencia.
Marco Jiménez, vocero de la Prefectura Oriente, de la Región Metropolitana Chilena, informó que la muerte del repartidor venezolano había ocurrido a manos de un cliente que le hizo un pedido.
El caso está en manos de personal especializado que incluye un laboratorio de criminalística que hace una revisión exhaustiva del escenario del crimen tomando declaraciones de los testigos.
“La persona autora del delito se encuentra detenida por parte de Carabineros”, dijo, agregando que está “trabajando personal especializado del Laboratorio de Criminalística de OS9”, que revisan cámaras de seguridad y realizan los empadronamientos y toma de declaraciones de todos los testigos.
El joven venezolano se dedicaba a repartir alimentos bajo la modalidad de delivery murió al ser apuñalado luego de sostener una discusión con el cliente al que le entregó el pedido en un edificio de la comuna de Ñuñoa, en la Región Metropolitana chilena.
El indiciado es chileno tiene de 29 años, estaba en el departamento con otras personas consumiendo alcohol cuando el joven llegó al edificio a entregar la encomienda, dijeron los carabineros.