El Gobierno de Nicolás Maduro propuso a Estados Unidos nombrar a un tercer país para que proteja la embajada de Venezuela en Washington, un planteamiento que hasta ahora ha sido rechazado, dijo este miércoles el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada.
La designación de otro Estado como “protector” es habitual cuando dos países rompen o suspenden relaciones diplomáticas y, en este caso, Caracas ha planteado que sea Turquía quien cumpla esa función.
“Hemos intentado una y otra vez hablar con las autoridades de Estados Unidos y alcanzar lo que la Convención de Viena establece como la salida en este caso, que es asignar poderes protectores en ambos lados”, explicó Moncada.
Según reveló, EE.UU. ha nombrado a Suiza como protector de su embajada en Caracas, pero se niega a aceptar que otro país proteja la legación venezolana en Washington.
“Cuando pedimos reciprocidad nos dicen que no nos reconocen, que reconocen al otro tipo”, dijo Moncada en referencia al líder opositor Juan Guaidó, a quien EE.UU. acepta como presidente interino de Venezuela.
El representante venezolano ante la ONU advirtió de que, con su postura, Estados Unidos “está poniendo en peligro a todos los diplomáticos del mundo”.
“Si el Gobierno de Estados Unidos permite en Washington que personas de su elección se hagan violentamente con nuestras instalaciones, eso abrirá la puerta para que cualquier alrededor del mundo” haga algo similar, defendió.
Según dijo, su país no requiere que el papel de protector lo asuma necesariamente Turquía, sino que aceptaría a cualquier Estado que plantee EE.UU.
La embajada venezolana en Washington está actualmente ocupada por activistas partidarios de Maduro, que ingresaron en el edificio tras la salida de los últimos diplomáticos para impedir que los representantes nombrados por Guaidó se hiciesen con él.
Esta semana, el Gobierno estadounidense ordenó el desalojo de esas personas, pero al menos cuatro rechazaron salir y se mantienen allí.
Tighe Barry, un representante del grupo “Code Pink”, que lidera a los activistas que continúan dentro de la embajada, dijo este miércoles en la ONU que esas personas están preparadas para resistir.
“Estamos comprometidos”, dijo Barry, que aseguró que hay planes diseñados para evitar el desalojo por la fuerza y que insistió que los ciudadanos estadounidense no pueden permitir que su Gobierno “viole” las normas internacionales que protegen las legaciones diplomáticas.
En los últimos días, las autoridades de EE.UU. cortaron la electricidad y el agua del recinto, mientras que partidarios de Guaidó han permanecido en el exterior del edifico bloqueando la entrada de alimentos y otros suministros.
Este miércoles, el reverendo y defensor de derechos humanos Jesse Jackson consiguió entregar comida a los activistas tras un forcejeo con algunos de esos opositores.
La embajada venezolana, en el acomodado barrio de Georgetown, se ha convertido en un símbolo de la lucha de poder dentro de Venezuela.
El pasado 18 de marzo, representantes de Guaidó, quien se proclamó en enero presidente interino del país, ocuparon el consulado venezolano en Nueva York y dos edificios del Ministerio de Defensa en Washington.
Fuente: EFE