La gobernadora del estado Aragua, Karina Carpio, lidera un proyecto integral de rehabilitación de la carretera Maracay – Ocumare de la Costa de Oro, que incluye la colocación de más de 6 mil toneladas de asfalto en caliente. Este esfuerzo busca no solo facilitar la movilidad en la zona, sino también potenciar el turismo y la actividad económica local.
Durante la entrega de la obra de corrección de la falla de borde en el kilómetro 18.7, la mandataria regional destacó el impacto positivo de estas mejoras, subrayando que la intervención responde a las demandas planteadas por la comunidad y forma parte de un compromiso gubernamental asumido previamente.
Una obra de alta ingeniería para el progreso de Ocumare
Entre los trabajos realizados se encuentran la corrección de fallas de borde, la instalación de alcantarillas y la implementación de nueva señalización vial.
Para ello, se utilizaron 450 metros cúbicos de granzón, 35 metros cúbicos para demolición de estructuras, y 12 metros lineales de tuberías.
Este enfoque integral ha permitido que la carretera no solo sea más transitable, sino también más segura para sus usuarios.
Aporte al turismo y a la producción local de Ocumare
La vía a Ocumare de la Costa es crucial no solo para los residentes locales, sino también para el desarrollo turístico de Aragua.
Conocida por su conexión con hermosas playas y paisajes naturales, esta carretera es una arteria fundamental para el acceso de visitantes nacionales e internacionales.
Adicionalmente, el mejoramiento de esta infraestructura también beneficia a los productores locales, quienes dependen de rutas eficientes para transportar mercancías hacia los principales mercados del estado y otras regiones del país.
La gobernadora Carpio enfatizó que estas acciones representan una apuesta por el crecimiento económico sostenible, al garantizar vías que faciliten el comercio y las actividades recreativas.
Detalles técnicos de la rehabilitación
Los trabajos realizados abarcaron una serie de intervenciones específicas que demandaron el uso de materiales y técnicas de alta calidad.
Por ejemplo, se construyeron 39 metros cúbicos de envase de piedra, 85 metros cúbicos para bases resistentes y 400 metros cúbicos de relleno.
Además, se emplearon 850 kilos de acero y 95 metros cuadrados de capa impermeabilizante para reforzar los muros y estructuras metálicas de la vía.
Esta inversión en infraestructura no solo mejora la funcionalidad de la carretera, sino que también asegura su durabilidad frente a condiciones climáticas adversas y el alto tráfico vehicular.
La incorporación de señalización actualizada es otro aspecto clave, ya que incrementa la seguridad de quienes transitan por esta ruta, reduciendo el riesgo de accidentes.
Respuesta a las demandas comunitarias de Ocumare
Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es su enfoque en atender las necesidades expresadas por los habitantes de la región.
La gobernadora señaló que estas mejoras representan el cumplimiento de un compromiso adquirido con las comunidades locales, quienes habían señalado la importancia de rehabilitar esta vía para mejorar su calidad de vida.
La carretera Maracay-Ocumare es una de las más transitadas del estado Aragua, y su deterioro había sido motivo de preocupación tanto para residentes como para visitantes.
Estas obras no solo solucionan problemas inmediatos, sino que también proyectan un impacto positivo a largo plazo en la conectividad y el desarrollo de la región.
Recomendaciones
El esfuerzo realizado en la carretera Maracay-Ocumare demuestra cómo las inversiones en infraestructura pueden transformar comunidades y estimular el desarrollo económico.
Se recomienda que las autoridades implementen un plan de conservación que incluya inspecciones regulares y reparaciones preventivas, evitando así futuros deterioros que puedan generar altos costos de rehabilitación.
Asimismo, es esencial que las comunidades locales participen activamente en la supervisión de estas obras, asegurando que se mantenga la calidad y funcionalidad de esta importante arteria vial.
Solo a través de una gestión responsable y colaborativa se podrán maximizar los frutos de estas inversiones y asegurar un impacto positivo duradero en la región.