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Sucesos

Plan fallido: Hurtó en su empresa y fingió un robo, pero terminó detenido

Un empleado de una empresa en Anzoátegui es sorprendido por las autoridades tras hurtar dinero y fingir un robo. La imagen debe representar un ambiente de oficina con un escritorio desordenado, billetes en efectivo esparcidos y un hombre joven con expresión de nerviosismo mientras agentes de investigación revisan documentos y cámaras de seguridad en un monitor. Debe reflejar una escena de tensión y descubrimiento, con una atmósfera realista y profesional

Keyver Rafael Anato Gómez, un trabajador de 30 años, pensó que tenía el plan perfecto. Su idea era sustraer el dinero de la empresa donde laboraba, fingir un robo y utilizar el botín para comprar una motocicleta. Sin embargo, su estrategia se vino abajo cuando las investigaciones del CICPC lo desenmascararon.

Un golpe desde adentro

Todo comenzó en una empresa ubicada en el sector Casco Central, parroquia Clarines, municipio Manuel Ezequiel Bruzual, estado Anzoátegui. Este era el lugar donde Keyver Anato trabajaba y tenía acceso privilegiado a la administración del dinero. Aprovechando esta confianza, ideó su plan: sustraer una importante suma de dólares en efectivo sin levantar sospechas.

Pero sabía que alguien notaría la falta del dinero, así que decidió ir un paso más allá: simular que desconocidos habían ingresado a la empresa y cometido un robo. Convenció a sus jefes con una versión bien estructurada, asegurando que era víctima de una situación externa.

Las pruebas que lo delataron

El plan parecía perfecto, pero los detectives del Cicpc comenzaron a analizar los hechos. Mediante experticias técnico-científicas y análisis de grabaciones de seguridad, descubrieron inconsistencias en su relato.

Las cámaras de seguridad no mostraban signos de intrusión ni actividad sospechosa que coincidiera con la versión de Keyver. Además, el acceso al dinero solo podía ser realizado por alguien con conocimiento interno del negocio.

Conforme avanzaban las investigaciones, la verdad salió a la luz: el dinero nunca fue robado por terceros, sino que Keyver lo había tomado con la intención de adquirir una motocicleta.

El final del engaño

Al ser confrontado con las pruebas, Keyver no pudo sostener su versión y finalmente fue detenido. El Cicpc recuperó la totalidad del dinero y lo puso a la orden de la Fiscalía Flagrancia del estado Anzoátegui, donde enfrentará cargos por hurto calificado.

El caso deja en evidencia que los delitos dentro del entorno laboral no quedan impunes y que, aunque algunos delincuentes crean tener todo bajo control, las investigaciones forenses y la tecnología pueden desmontar cualquier engaño.

 

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